El asesinato de la periodista
de PAT Hanalí Haycho ha dejado profundamente conmocionada a nuestra sociedad
porque además de ser un hecho que ha entrañado un gran nivel de crueldad ha
generado un crimen practicado sobre una mujer que es figura pública. Me
conduelo con su muerte y creo que este
crimen debe ser castigado, pero no puedo dejar de cuestionar el hecho de que
haya cientos de mujeres anónimas que nunca han merecido un mínimo de atención y
que vienen siendo asesinadas de manera escalonada y con el mismo nivel de
crueldad.
El gobierno del MAS ha
respondido a este hecho de manera pronta e inaugurando el pos carnaval con el
inmediato tratamiento del proyecto de ley llamado de: “Vida libre sin
violencia”, un tremendo título que engendra una promesa que no tiene mayor
posibilidad de ser resuelto mediante una ley tratada en la Asamblea
Plurinacional traspasa por prácticas de corte patriarcal y que será aplicada
por una justicia corrupta, prebendalista y por añadidura machista y que ha sido
seleccionada por el MAS.
Esto nos lleva a que nos interroguemos si es
que el gobierno en realidad ha despertado a un verdadero espíritu de lucha por
el respeto a las mujeres o es que ahora ha encontrado el momento oportuno para
hacerse campaña política, puesto que el feminicio ha sido practicado ahora en
una figura pública y esta es sin duda una
ocasión invalorable para generarle réditos publicitarios y generar la
sensación de que el partido de gobierno está preocupado por proteger al género
femenino.
Se pueden cuestionar muchas
actitudes del partido de gobierno que no deja de actuar una y otra vez con
acciones que están revestidas de una moral farisaica. Pero con el objetivo de
acortar el camino e ir a asuntos puntuales cabe revisar el Proyecto de Ley que
va a ser aprobado por las manos levantadas de mujeres y hombres que conforman
los dos tercios del MAS, que está vez aprobarán el mentado proyecto porque la orden viene del
Ejecutivo y por lo tanto no será ahora objeto de cuestionamiento, como fue
anteriormente, bajo el temor de que con ella se vulnerarian algunas prácticas
de la dirigencia masista masculina que se veía amenazada por el proyecto de ley
que por esta razón estuvo mucho tiempo engavetado. Claro, que a la luz de muchos hechos que
luego se han hecho públicos… que harían con el peso de la ley el diputado que
violó a su hija desde temprana edad, el concejal de Chuquisaca que tenía como
práctica normal el violar a trabajadoras públicas, etc, etc… Ejemplos sobran y
no es mi intención recapitular todos los episodios negros que han sido tapados
y que han intentado ser omitidos y minimizados incluso por ministras y
partidarias del MAS.
El tema es que no debemos
dejarnos emborrachar con leyes que suelen ser aplicadas de manera
discrecional y con un embudo grande para
los correligionarios del partido de gobierno y estrecho para los opositores o
ciudadanos anónimos y comunes. Por otro lado no son las leyes las que cambian
las prácticas “machistas” o patriarcales de las que también suelen ser
cómplices las mujeres que conviven y usufructúan del poder, razón por la que
olvidan y cierran los ojos a su condición de mujeres y se meten a la comparsa
de lucrar del poder antes que imponer la razón y los principios.
Para mostrar la doble moral que
suelen entrañar las prácticas políticas que sólo buscan sus propios réditos y
sobrevivencia, señalo que el proyecto de Ley de “Vida libre y sin violencia”
fue propuesto entre otras parlamentarias oficialistas por la diputada Rebeca
Delgado, ahora víctima de un femicidio político perpetrado por su propio
partido que ha hecho caer todo el peso del ajusticiamiento político porque ella
no se sometió, no fue sumisa y se atrevió a plantear opiniones personales,
sentidas por su ser de mujer que tal vez no deseaba alienarse obsecuentemente a
la comuna partidaria. ¿Este tipo de feminicidio será legislado con sanciones
“drásticas” o se lo pasarán por altos los cultores del machismo patriarcal del
sometimiento de las individualidades? Sonrío, sonrío… la hipocresía no suele detenerse ante las
muertes que pretenden ser invisibles, total se instituyen bajo el sello de la
impunidad ya que no le clavaron a las víctimas puñales de acero y no le
ocasionaron una muerte física…. Y la muerte política sigue y seguirá siendo no
sólo consentida sino ensalzada y hecha pública ante el anuncio de que quien no
está con el redil ya es hombre o mujer muerta….
No nos creamos todo lo que nos
dicen, pues no todo lo que parece brillar es oro.
El verdadero respeto a las
mujeres y la instauración de principios de convivencia basados en los derechos
de las personas no vendrá nunca de parte de un gobierno que todo lo allana por
la fuerza y ha instituido el sometimiento como el leit motiv de su
convalidación y sobrevivencia.
La sociedad duramente amenazada
por prácticas delictivas y violentas solamente la podremos cambiar cambiando a
los violentos revestidos de poderes que visten mantos de ovejas.
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