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jueves, 13 de septiembre de 2012

Limberth Pórcel delegado de los internos de las cárceles de Bolivia ha ofrecido un dramático testimonio "son depósitos humanos" por el abandono en que se encuentran mientras la retardación de justicia hace carne. Previus.


Previus. Vamos por la cuarta nota en lo que va del año. Las cárceles en Bolivia son un infierno vivo que arde y lacera. Una bomba de tiempo que puede estallar en cualquier momento. El hacinamiento, la promiscuidad, la carencia de agua suficiente, de desagues, de espacio para deportes, para lo más elemental. Se vive un drama interminable, un calvario inenarrable que clama soluciones a corto plazo si queremos evitar una explosión social que marcará el fin de muchas cosas. La cosa es tan seria que huele mal, la fetidez se expande, no habrá fuerza capaz de detener la espiral de violencia que se está incubando. el editor M.Aira


El delegado presidente de los reos en el país,  Limberth Porcel manifestó que la situación en la que se administran los recintos penitenciarios en el país se asemeja a simples “depósitos humanos” debido al abandono en el  que se vive en las cárceles, sin políticas que luchen contra la retardación de justicia y a favor de una reinserción social, como en otros países, en ese sentido se busca trabajar de manera coordinada con la dirección de Régimen Penitenciario para trabajar por una normativa que otorgue mejores condiciones a los reos del país.
 “Manifestamos que los recintos penitenciarios están buscando un cambio de mejora, lo que no queremos es hacer lo que ha ocurrido  hace mucho tiempo, el motín, los problemas, eso es lo que queremos cambiar, se quiere vivir en paz, con la disponibilidad  de cada recinto penitenciario, y se le hizo mención al Director Nacional, algunas de nuestras demandas como el tema de las visitas, nuestros niños y a la vez queremos recurrir a poder judicial por que hay mucha gente injustamente detenida, necesitamos un cambio y el primer paso es el reglamento”, consideró Porcel.
 Entre tanto, lamentó el estado de abandono y olvido en el que son sumidas las cárceles del país, es por eso que sostuvo que el sistema penitenciario bolivianos requiere trabajar de manera coordinada entre Ministerios Nacionales que puedan coadyuvar en la misión de reestructurar la calidad de vida en los penales, con miras a una inserción social.
 “Como el Director decía hay que recurrir a autoridades judiciales, Ministerio de Justicia,   por que necesitamos que la gente salga libre pero rehabilitada, pero para eso deben dar el material para la rehabilitación deben haber educadores dentro el recinto penitenciario que cumplan el rol fundamental que es rehabilitar a la personas para ser reinsertada, hoy por hoy no es así, hoy por hoy es un depósito de seres humanos, eso es lo que son los recintos penitenciarios, nadie se preocupa por nosotros”, sostuvo el dirigente nacional.
 No obstante, el director de Régimen Penitenciario, Ramiro Llanos consideró que  los temas planteados por el dirigente son temas que deben ser solucionados con el apoyo de los funcionarios públicos de los diferentes ministerios de Bolivia.
 “El tema de la retardación de justicia que consideramos el Ministerio  de Justicia a través de los abogados de defensa pública, ellos tienen que ser parte de esa actividad, el tema de médicos, nos fijamos que no hay médicos pero el Ministerio de Salud tiene que ser parte de está actividad de atención penitenciaria, no tenemos educadores (…) a nivel nacional pero no tiene que ser tarea de la Dirección, tiene que colaborar el Ministerio de Educación, tienen que ser sus funcionarios que estén presentes, todo esto es la actividad productiva y de desarrollo que tenemos que lograr, hay que lograr  que los centros penitenciarios sean auto gestionables,  todo esto trata de cómo queremos que funcionen los recintos penitenciarios (…)”, informó la autoridad a tiempo de dar a conocer que el reglamento que se pretende elaborar deberá ser cumplidos al pie de la letra, caso contrario se tomaran medidas drásticas que incluso alcancen sanciones administrativas contra los efectivos que tienen a su cargo el reguardo de los penales, a fin de evitar sucesos similares al del último operativo sorpresa realizado en el Penal de San Pedro de La Paz, donde se incautaron 52 latas de alcohol y 23 cajas de cerveza. 

POR MABEL PERICON/GRUPO FIDES LA PAZ

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