POBRES INOCENTES
En estos días se celebra el día de los Santos
Inocentes en conmemoración a la matanza de niños cristianos por órdenes de
Herodes esperando de ese modo que el Mesías que llegaba a la tierra para
hacerle la vida a cuadros a los romanos que eran sus jefes, estuviera entre
esos niños. De poco le sirvió, pues
astutamente María y José, habían puesto a buen recaudo a su niño Jesús.
Pero esta conmemoración, se ha convertido
en el día en que las bromas están dedicadas a esos giles, que como nosotros, viven en la
inocencia total. En estas últimas horas el democrático Presidente Evo Morales,
ha dictaminado, el entierro no sólo de la derecha en el país, sino que, para
ser más específico, ha puntualizado que "enterrarán a los
derechistas". Entre el doble aguinaldo para doble aporte electoral, las declaraciones del Presidente y la cercanía
del 28, no queda más que concluir que los bolivianos somos unos pobres
inocentes.
Hasta hace unos días, fiel a la tradición,
en la casa de ningún boliviano en el mundo podía faltar ese ungüento milagroso a base de eucalipto y
alcanfor de humilde latita verde que solíamos venerar como la panacea absoluta.
Eso sí que era indispensable para vivir. Daba una sensación de gran seguridad
contar con ella en el botiquín familiar hasta que: chachachachán aparece el
Túpac Catari. En cualquier otro país que cuenta con un satélite de
comunicación, su población más o menos comprende las bondades de tener el
pequeño aunque carininísimo artefacto de
tecnología avanzada que rebota señales. Pero ahora, resulta que es este
artefacto artificial el que ha llegado para solucionarnos la vida entera. Por
quince años, así que guarden nomás sus latitas por si acaso.
Como todo lo que tiene que ver con SE -más
aún desde que decidió inconsultamente ir por la re re elección- el despliegue
ha sido tal que los spots publicitarios
están saturando los canales de televisión, sin que nadie sepa a ciencia cierta,
exactamente por qué se supone que es tan milagroso. Se habla de curaciones vía
satélite, gran avance para un país cuyos hospitales son de quinta. Ni hablar de la educación satelital.
Nuestros
niños se verán beneficiados con una educación tan extraordinaria, que hasta un
período de ocho horas diarias se han ingeniado. Bueno ¿mínimo no? Si se van a
beneficiar de conocimientos que vienen de la estratósfera, es justo que se
rajen. Aún resulta incomprensible sin embargo que el Presidente declare que los
niños trabajadores deben trabajar desde la edad que les plazca, pues esa es la
mejor manera de que "se formen cívicamente". Aún no se ha oído nada
de la OIT que viene peleando por años que no exista un sólo país en el mundo
que no signe y respete el Convenio 182 sobre el trabajo infantil. Pero los bolivianos somos muy capos. En vez de
crear las condiciones necesarias para dotar de trabajo justo y estable a los
padres, o proteger como corresponde a los menores, decidimos que el que los
niños trabajen, es hasta beneficioso.
Los pobres inocentes, espetamos perplejos,
que ese artefacto milagroso hacía llorar de una, -increíble- al Vice y a las
dos damas de hierro sendas Presidentas de la Asamblea. Porque que se pongan a
llorar, según el locutor de la TVB, fue por la inenarrable emoción de ver culminada una hazaña del gobierno del
Estado Plurinacional. Que es importante que se tenga un satélite de
comunicación, está fuera de cuestionamiento. Aunque no podemos decir lo mismo
de su precio...que para su información es harta platita de todos y cada uno de
los bolivianos, sobre todo de los pobres inocentes que pagan sus impuestos sin
chistar. Como que tanta faramalla mediática, le ha quitado seriedad al tema.
Como será la emoción de los chinos que
construyen el satélite, el cohete que lo lanza a la órbita terrestre, produce
la tecnología para que Dios mediante funcione y entrena a los profesionales
bolivianos para que se hagan cargo del monitoreo y seguimiento. Si nosotros que
sólo lo pagamos hace que nuestras máximas autoridades lloren, imagínense la emoción de los chinos. Seguro
que lloran pero no se nota. Da la impresión que ellos sí están plenamente en la
era espacial y tecnológica.
Entre los pobres inocentes más notables de
los últimos tiempos están las ONG´s que durante años de años
"criaron" liderazgos como el de Morales Ayma, Romero, García y un sin
fin de etcéteras. Ahora se tienen que mandar a jalar. Sus pupilos alcanzaron la
mayoría de edad, ya no los necesitan. Pero pobres inocentes, qué modo más
triste de terminar. Cría cuervos...
Y como broche de oro, los que se llevan la
flor de la inocencia son sin duda los empresarios privados. La promulgación de
la nueva Ley de la Empresa Pública, es
la sepultura definitiva de la Safco que otrora
controlaba a los botarates funcionarios
estatales . Entierra formalmente a la Contraloría a sus ocho inservibles añitos
de vida plurinacional. Ni hablar de la competencia no muy leal que será normada
por los consabidos decretos cesarianos.
Así que cerrando el gran año que concluye,
sólo podemos augurar para todos los inocentes, un feliz Dakar y que el 2014 nos
sea leve y nos pille confesados.
Karen Arauz
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