de pollera, abogada. experiencia legislativa, fue ministra con Tuto, hoy es candidata con Tuto por el Partido Demócrata Cristiano, Tomasa Tarhui goza de gran popularidad y está en todos los medios. El Deber la entrevistó y fotografió

“Tomasita le responderá todas sus preguntas, solo que en este momento está en una entrevista”, es la respuesta de uno de los colaboradores de Tomasa Yarhui, ‘mujer de pollera’, como se define ella, que se ha lanzado a la carrera electoral por la Vicepresidencia de Bolivia. Efectivamente, con total predisposición desde algún punto de la ciudad de La Paz, vía teléfono, habló con EL DEBER Digital.
Desde que anunciara, la noche de este jueves, su aspiración a llegar al Gobierno de la mano del  expresidente Jorge Tuto Quiroga, con el Partido Demócrata Cristiano (PDC), dice que las solicitudes de entrevista no han cesado, y es que Tomasa se constituye en la segunda mujer en hacer pública su candidatura, pero es la primera de pollera. La otra es Adriana Gil, que acompaña a Juan del Granado, por el Movimiento Sin Miedo (MSM).
Lo particular de Tomasa es que es una mujer que se ha caracterizado por romper las barreras y los prejuicios de una sociedad, que en  la década de los 80 aún estaba acostumbrada a ver a los hombres en la política y en cargos públicos.
Pobreza y discriminación
Rememora su infancia en su comunidad Collpana, de la provincia Oropeza, de Chuquisaca, donde nació el 7 de marzo de 1968. Tenía ocho años cuando abandonó su región. “El profesor de mi escuelita le dijo a mi padre: 'Tu hija va a llegar muy lejos, tienes que sacarla de aquí a la ciudad' y mi padre le hizo caso”, dice.
Sin embargo, en la ciudad de Sucre no le fue bien, afirma que era constantemente discriminada por su procedencia campesina, por su vestimenta y por su condición económica. Esta situación la obligó a retornar a su pueblo a los 12 años y fue cuando incursionó en la vida sindical. A los 17 años ya era la dirigente más joven de la Federación Única de Campesinos de Chuquisaca y posteriormente fue elegida concejala, cuando formó parte del Movimiento Bolivia Libre (MBL).
Tomasa es la primera indígena que ocupó el Ministerio de Asuntos Campesinos en la presidencia de Jorge Tuto Quiroga (2001-2002). A la par de su vida política y sindical, Yarhui se preocupó por su formación académica, terminó el bachillerato en un Centro de Educación de Adultos (CEMA), mientras trabajaba y era madre de familia. Es casada y tiene dos hijos.
 “Tenía una vida sindical activa, pero me sentía discriminada por los profesionales, por lo que decidí ingresar a la universidad”, señala. Se recibió como abogada en 2006, en la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca.
No le tiene miedo al MAS
El PDC, que ahora apadrina la candidatura de Yarhui, es uno de los 12 partidos que aspiran a la Presidencia y que intentarán hacerle sombra a Evo Morales, que se lanzará a la relección para quedarse cinco años más en el Gobierno.
Tomasa descarta una alianza con Unidad Democrática (UD), que en un principio buscaba armar un solo frente para desbancar a Evo. Dice no tenerle miedo al MAS, partido que cree que ya tuvo su oportunidad para hacer una gestión diferente, pero no la supo aprovechar.
“Nunca ordenaría una represión”
Se mostró crítica a las represiones que vivieron los indígenas en la gestión del Gobierno de Evo Morales, especialmente por el caso Chaparina. Tomasa cree que los “hermanos no mandan reprimir a sus propios hermanos” y que el diálogo es la puerta para solucionar cualquier conflicto. “Nunca ordenaría una represión”, dijo contundente.
Su propuesta de Gobierno
En caso de ganar en las elecciones de octubre de este año, Tomasa sostiene que el plan de Gobierno que plantea con Tuto es de reinvindicación de los derechos de los pueblos indígenas, del ejercicio de la democracia, de la generación de fuentes de empleos y de propugnar mejores condiciones de vida para las áreas rurales.
Le preocupa sobremanera que los jóvenes que terminan la universidad, se encuentran con un mercado laboral que les ofrece pocas opciones de trabajo. “Las mujeres no deberían tener que verse obligadas a abandonar el país y dejar a sus hijos para mejorar sus condiciones de vida. Falta generar fuentes de empleos y nosotros lo vamos a hacer”, prometió.