“El pescado y las organizaciones empiezan a pudrirse por la cabeza”. Santos Noco Choco.
Se vive en el país un opresivo ambiente de anomia, caos y anarquía; marchas, contramarchas, dinamita, chicote, robos, asaltos e inseguridad constituyen la cotidianidad del boliviano. Tribus corporativas, cada una de ellas buscando medrar y sobrevivir aplicando su propia ley: cocaleros, contrabandistas, cooperativistas mineros, policías, sindicatos, fiscales, jueces, ponchos rojos, vistas, movimientos sociales, cada uno pugnando por su pedazo de torta e imponiendo sus condiciones. La oferta de paz y bienestar ofrecida por el dirigente cocalero, causante y promotor de varios años de anarquía y bloqueos encabezando las seis federaciones del trópico, finalmente no se concreto.
En su momento, una mayoría poblacional cansada y asustada por el desorden entrego su voto al MAS, esperanzados en las promesas e ilusiones que les ofrecía el socialismo andino cocalero y el populismo criollo. Esto ocurría por la normal la propensión de la gente a ilusionarse por el seductor canto de la cigarra, el deseo de vivir tranquilos, sin esfuerzo y tomados de la mano de otro, especialmente del Estado; por la afición del disfrute inmediato y mas allá de sus posibilidades; de la eliminación en nuestra vida del riesgo y del trabajo duro y la responsabilidad personal. Expectativas que nunca se cumplen, pero que se insiste en creerlas. Rápidamente vimos como se caía la fachada revolucionaria de los nuevos gobernantes, aunque persiste el reiterativo y mentiroso discurso de la defensa de los indígenas, la madre tierra y el servicio a los pobres, discurso que ya no convence a nadie. Y la decepción, como siempre, llega dura e inevitablemente. Una vez encumbrados en el Gobierno, los revolucionarios incumplieron sus promesas, aunque siguen publicitándolas buscando convencer a los incautos, a la par que se empeñan en destruir a sus opositores y consolidar su poder. Los dirigentes socialistas andinos, disfrutan de su nueva posición, rápidamente han dejado de ser pobres, retoman la odiada corbata, se insertan en la farándula, se inventan ropajes, compran aviones y construyen palacios para su glorificación.
No se asumen como servidores públicos, y henchidos de soberbia se sienten los propietarios de la vida y destino de la población; se engolosinan, abusan de sus cargos públicos y buscan perpetuarse indefinidamente, ¿quinientos años, mil años, tal vez más? . Sabemos que por la cabeza se empieza a pudrir el pescado. La ausencia de valores de honestidad e integridad y no hablemos de idoneidad, de las autoridades y los “dueños” de las pegas públicas, están promoviendo en sus subalternos, la corrupción, el tráfico de influencias, robo y abuso de los bienes públicos. Y ya nos acostumbramos a ver, como estos nuevos politiqueros, de manera cínica y prepotente hacen gala de esta ausencia de principios éticos, sin recibir un atisbo de sanción legal y de rechazo social. Y cada día la economía y la institucionalidad se deterioran, por la incapacidad, mentiras e inconsecuencia de los “hermanos”, quienes permanentemente asumen actitudes confrontacionales, levantan proclamas llenas de odio, prepotencia e inculpación hacia el enemigo necesario y elegido: el imperialismo y la oposición, como causantes de todos los problemas. Aunque es por demás evidente para la población, su incapacidad para crear riqueza, empleo digno, corregir las desigualdades y dar estabilidad y seguridad al pueblo. Sus fracasos revelan también su estupidez y las estupideces no son dignas de admiración. En los foros internacionales ya los conocen como falsos y se ríen cuando llegan con su enrevesado discurso ecologista y de respeto a la “pacha mama”, pues se conoce que están impulsando y aplicando una economía extractivista y destructora del medio ambiente y la biodiversidad. Y cínicamente, mientras apalean a los indígenas que marchan en defensa de su territorio, del Tipnis, siguen hablando de respeto a los pueblos indígenas y de un Estado de naciones indígenas, cuando todos sabemos que lo que existe es un Gobierno centralista, totalitario y hostil con los indígenas.
En síntesis un Estado donde se mezclan de manera extraña, el socialismo estalinista, el anarquismo, el corporativismo, el totalitarismo, el mercantilismo, el capitalismo salvaje, el mesianismo. Puchero cocinado y aderezado por los asumidos intelectuales socialistas, los eficaces cocaleros, el lumpen y tucuimas. Cada vez aumenta el número de personas que constatan la falacia del “proceso de cambio”, simplemente viendo el comportamiento de nuestros “revolucionarios” en el ejercicio del poder, especialmente los de la clase media, que por su tradición individualista están aislados ideológicamente de este nuevo Estado corporativista e indigenista, y no tienen aún la capacidad de organizarse como tribu corporativa, grupo de choque, para imponer a su vez sus propios intereses. Hasta ahora el régimen se ha venido sustentado con los ingresos producto de los altos precios de las materias primas, especialmente los hidrocarburos y solucionando el empleo, con el crecimiento de la economía informal, vinculada a la expansión de los cocales y cada vez mas integrada a la exitosa empresa internacional del narcotráfico. Una extraña política económica, la “evonomics”, se aplica en el país: El cultivo de coca, el comercio ilegal, el contrabando, el blanqueo de capitales constituyen la base principal de esta economía y para la generación de divisas, la inversión y el empleo. Se estatizan empresas, generando pegas para los seguidores del régimen, un efímero negocio que permite al gobierno usufructuar de la riqueza anteriormente creada. Pronto las empresas estatizadas empiezan a perder rentabilidad y luego pedirán subsidios estatales. El avasallamiento de tierras, su posterior mercantilización y habilitación para la coca, está enriqueciendo a muchos loteadores, incorporados al proceso de cambio. Prohíben y controlan las exportaciones legales de productos, especialmente agropecuarios y agroindustriales, con el equivocado criterio de garantizar el consumo, logrado por el contrario desincentivar y reducir el área y la producción agrícola. Inducidos por la coyuntura de altos precios de los minerales, grupos organizados (mal llamados de cooperativistas), con anuencia velada del gobierno, avasallan las minas estatales y privadas, realizando explotaciones primarias y de baja tecnología que deterioran el ambiente y el mismo yacimiento minero.
Y las cosas por ahora van viento en popa, los sectores empresariales que pueden acomodarse con el gobierno lo hacen alegremente pues lo importante son los negocios. Y es común que mientras haya plata (pues con plata hasta la pobreza es llevadera), la gente se despreocupa de los temas institucionales, de corrupción, de atropello a los derechos individuales; pero cuando empieza a apretar la economía y la inseguridad, violencia y desastres naturales afectan la comodidad individual y peor aun, cuando la torta se achica para los beneficiarios del régimen, empieza la cruenta pugna entre ellos y sobreviene el desorden, la anarquía y la perdida de poder del régimen. A su vez la oposición es dispersa, sin estructura política organizada y los pocos frentes opositores aun vigentes no logran captar la confianza de la ciudadanía, tampoco logran ponerse de acuerdo entre ellos, asumo que por problemas de confianza y liderazgo personal. Pero no es dable esperar que la pudrición acabe con el régimen y la anarquía subsiguiente nos destruya. Lo adecuado es salvar lo que aun queda de economía e institucionalidad en el país, para que cuando venga la debacle final tengamos algo desde lo cual reconstruir el país.
Necesitamos trabajar siguiendo el principio de la subsidiaridad, desde lo más cercano a los problemas, fortaleciendo la responsabilidad ciudadana, la responsabilidad empresarial, las instituciones locales, la sociedad política y civil y promoviendo el encuentro nacional de los demócratas en base a proyectos y estrategias comunes. Si queremos soluciones sostenibles en el largo plazo, aunque parezca lírico necesitamos inculcar y aplicar los viejos principios de responsabilidad familiar, honestidad personal, idoneidad, justicia, solidaridad, responsabilidad, trabajo sistemático. Principios que necesitan ser rescatados y enseñados con el ejemplo: en la familia, por los maestros, por las instituciones y asumidos por la ciudadanía. Es un axioma, que sin Estado de Derecho e institucionalidad sólida, no es posible aplicar políticas económicas efectivas que generen riqueza social. Necesitamos por ende construir un entorno social y ambiental con calidad institucional, funcionarios eficientes y dirigentes que garanticen y generen confianza, e impulsen el trabajo y la inversión productiva, y como este es un trabajo de largo aliento, necesitamos empezar hoy..
Fuente: eju.tv - Socialismo andino cocalero
http://eju.tv/?p=217796
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viernes, 29 de junio de 2012
martes, 26 de junio de 2012
Amanda Dávila voceadora de Evo, se lamenta, se conduele al verlo a su Jefe tan triste, tan paciente, soportando de día y de noche los insultos. (No dice que vienen de gente que tiene hambre. de servidores que no se beneficiaron para nada "con el cambio". de humildes bolivianos que sienten "el cabrero despues de 6 años de evismo)
Amanda Dávila (ministra de Comunicación) Programa: Reporte Informativo Medio: Bolivia Tv y Patria Nueva “Hay policías que están en acciones policiales, no son todos los que están reivindicando sus demandas económicas, los que están involucrados en estos temas violentos son grupos a veces ex policías u otros grupos interesados políticamente que han iniciado una serie de acciones para crear un escenario propicio para un golpe de Estado. Dentro de este panorama los indicios preocupantes son precisamente estos, este atentado que ha sufrido a las 4 de la mañana la radio Bolivia (en Oruro), el atentado que ha sufrido anoche la Asamblea Legislativa, se le ha puesto una carga de dinamita provocando daños de consideración en uno de los ambientes de la Asamblea que felizmente en ese momento se encontraba sin gente, la persona que trabajaba ahí se había retirado por unos momentos, de lo contrario habría sufrido daños personales.
Felizmente no se tuvo que lamentar daños personales, pero sí daños materiales, pero sobre todo el daño simbólico, el daño que significa para la ciudadanía que un grupo de armados, un grupo de amotinados pueda darse el lujo, pueda acometer este tipo de acciones violentas en una Asamblea Legislativa, en una radio que está apoyando el proceso, que es de los campesinos, de los movimientos sociales. Por lo tanto uno tiene que pensar ¿estos no son indicios suficientes para decir que se está creando un escenario propicio para interrumpir este proceso? Desde el día de ayer la plaza Murillo, centro neurálgico, centro importante del poder en Bolivia se encuentra sitiado. El Palacio de Gobierno está sitiado, no se puede ingresar por las puertas principales; está sitiada la Cancillería, los funcionarios de la Cancillería no pueden trabajar, esto está detenido, no hay labores en la Cancillería del Estado Plurinacional de Bolivia. Tampoco las actividades son normales en la Asamblea Legislativa puesto que está también sitiada. ¿Qué otras señales tenemos que esperar?, ¿qué otras señales se tienen que dar para que estos sectores políticos, par que dicho sea de paso están involucrados en este movimiento violento de algunos sectores que se han infiltrado en la Policía para reconocer que hay este intento de desestabilización. Hemos visto por las pantalla de televisión las acciones violentas que se han dado el día viernes, ayer mismo, además la agresión absolutamente discriminatoria, racista, de parte de estos grupos infiltrados en la Policía que han pegado a los dirigentes indígenas, a las mujeres campesinas, han quemado sus ponchos, las han golpeado, les han robado cosas, las han maltratado, las han humillado, las han ofendido. Ayer muy temprano en la mañana un grupo de mujeres y de hermanos indígenas intentó entrar a la plaza Murillo, el presidente estuvo ayer desde las 5.30 de la mañana y fue testigo de todo esto. Ellos evitaron este ingreso con gases lacrimógenos, pero además de eso hubo una pelea cas campal. Se tiene que hacer una reforma de la Policía, y es una reforma que tenemos que abordar de manera conjunta, en una situación pacífica, no cuando el gobierno se siente acorralado, se siente sitiado y se siente chantajeado por el poder de las armas. Porque éste no es un movimiento cualquiera, es un movimiento que tiene el poder de las armas, el poder de los gases lacrimógenos, el poder de todas las herramientas que se utilizan para proteger a la sociedad y el Estado. Además de eso hay un acoso permanente al Palacio y al presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales. Hay el acoso racista, discriminador; durante todos los días, el viernes, el sábado, el domingo, el lunes, durante 4 días de una manera hostil, premeditada, deliberada, insultando al presidente con términos racistas… El presidente está aguantando todo eso, los está aguantando porque está en Palacio escuchando todo eso en sus oficinas que dan a la plaza Murillo. ¿Por qué está escuchando todo eso?, ¿por qué soporta tanta humillación, tanta agresión?, porque yo me siento muy conmovida, yo lo veo y estamos escuchando estos estribillos violentos, con odio. Él sigue trabajando, y a mí me duele, me conmueve, porque él continúa con esa firmeza, con ese coraje, yo lo miro como esperando una respuesta y él me dice, no te preocupes, es así. Además, le digo tendríamos que reaccionar, y él me dice no, lo que me digan a mí no importa porque tengo otra cosa más importante que protegerme yo mismo, o que me digan o mi prestigio o que me insulten o que me acusen de cualquier cosa, Para mí lo más importante es este proceso, que no es de nosotros, es de todo el pueblo, tanta gente ha sufrido, ha luchado, ha muerto por esto… Felizmente tenemos un presidente que tiene una firmeza moral, tiene además una autoridad moral para levantar siempre la frente, para estar siempre con la cara en alto, digno, porque nunca ha cometido alguna cosa que sea inapropiado, nunca, es un hombre honesto, esa honestidad, ese pensar en el país porque sólo trabaja por eso, trabaja por los más pobres. ¿Acaso él se está enriqueciendo?, ¿acaso los ministros se van enriqueciendo? Él es una persona que solamente piensa en el país, ha renunciado hasta a la posibilidad de una familia, ha renunciado a la posibilidad del amor, ha renunciado a la posibilidad de todo por sacrificarse, por estar con el país…”.
Fuente: eju.tv - Dávila: “El centro del poder en Bolivia está sitiado”
http://eju.tv/?p=217270
Demasiado pobre el lenguaje de la ministra. se conduele de su Jefe . |
Felizmente no se tuvo que lamentar daños personales, pero sí daños materiales, pero sobre todo el daño simbólico, el daño que significa para la ciudadanía que un grupo de armados, un grupo de amotinados pueda darse el lujo, pueda acometer este tipo de acciones violentas en una Asamblea Legislativa, en una radio que está apoyando el proceso, que es de los campesinos, de los movimientos sociales. Por lo tanto uno tiene que pensar ¿estos no son indicios suficientes para decir que se está creando un escenario propicio para interrumpir este proceso? Desde el día de ayer la plaza Murillo, centro neurálgico, centro importante del poder en Bolivia se encuentra sitiado. El Palacio de Gobierno está sitiado, no se puede ingresar por las puertas principales; está sitiada la Cancillería, los funcionarios de la Cancillería no pueden trabajar, esto está detenido, no hay labores en la Cancillería del Estado Plurinacional de Bolivia. Tampoco las actividades son normales en la Asamblea Legislativa puesto que está también sitiada. ¿Qué otras señales tenemos que esperar?, ¿qué otras señales se tienen que dar para que estos sectores políticos, par que dicho sea de paso están involucrados en este movimiento violento de algunos sectores que se han infiltrado en la Policía para reconocer que hay este intento de desestabilización. Hemos visto por las pantalla de televisión las acciones violentas que se han dado el día viernes, ayer mismo, además la agresión absolutamente discriminatoria, racista, de parte de estos grupos infiltrados en la Policía que han pegado a los dirigentes indígenas, a las mujeres campesinas, han quemado sus ponchos, las han golpeado, les han robado cosas, las han maltratado, las han humillado, las han ofendido. Ayer muy temprano en la mañana un grupo de mujeres y de hermanos indígenas intentó entrar a la plaza Murillo, el presidente estuvo ayer desde las 5.30 de la mañana y fue testigo de todo esto. Ellos evitaron este ingreso con gases lacrimógenos, pero además de eso hubo una pelea cas campal. Se tiene que hacer una reforma de la Policía, y es una reforma que tenemos que abordar de manera conjunta, en una situación pacífica, no cuando el gobierno se siente acorralado, se siente sitiado y se siente chantajeado por el poder de las armas. Porque éste no es un movimiento cualquiera, es un movimiento que tiene el poder de las armas, el poder de los gases lacrimógenos, el poder de todas las herramientas que se utilizan para proteger a la sociedad y el Estado. Además de eso hay un acoso permanente al Palacio y al presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales. Hay el acoso racista, discriminador; durante todos los días, el viernes, el sábado, el domingo, el lunes, durante 4 días de una manera hostil, premeditada, deliberada, insultando al presidente con términos racistas… El presidente está aguantando todo eso, los está aguantando porque está en Palacio escuchando todo eso en sus oficinas que dan a la plaza Murillo. ¿Por qué está escuchando todo eso?, ¿por qué soporta tanta humillación, tanta agresión?, porque yo me siento muy conmovida, yo lo veo y estamos escuchando estos estribillos violentos, con odio. Él sigue trabajando, y a mí me duele, me conmueve, porque él continúa con esa firmeza, con ese coraje, yo lo miro como esperando una respuesta y él me dice, no te preocupes, es así. Además, le digo tendríamos que reaccionar, y él me dice no, lo que me digan a mí no importa porque tengo otra cosa más importante que protegerme yo mismo, o que me digan o mi prestigio o que me insulten o que me acusen de cualquier cosa, Para mí lo más importante es este proceso, que no es de nosotros, es de todo el pueblo, tanta gente ha sufrido, ha luchado, ha muerto por esto… Felizmente tenemos un presidente que tiene una firmeza moral, tiene además una autoridad moral para levantar siempre la frente, para estar siempre con la cara en alto, digno, porque nunca ha cometido alguna cosa que sea inapropiado, nunca, es un hombre honesto, esa honestidad, ese pensar en el país porque sólo trabaja por eso, trabaja por los más pobres. ¿Acaso él se está enriqueciendo?, ¿acaso los ministros se van enriqueciendo? Él es una persona que solamente piensa en el país, ha renunciado hasta a la posibilidad de una familia, ha renunciado a la posibilidad del amor, ha renunciado a la posibilidad de todo por sacrificarse, por estar con el país…”.
Fuente: eju.tv - Dávila: “El centro del poder en Bolivia está sitiado”
http://eju.tv/?p=217270
domingo, 24 de junio de 2012
todo el país está en jaque. es ciertamente dramático y triste. Carlos Mesa nos brinda su testimonio de alto dignatario de Estado
La Policía amotinada. El hecho, desgarrador para nuestra sociedad, se produce por tercera vez en 12 años. Lo sufrieron el gobierno de Hugo Banzer en 2000, el de Gonzalo Sánchez de Lozada (del que formé parte) en 2003, y el de Evo Morales ahora. La ironía es que en una cuestión tan delicada se da una línea de continuidad entre los gobiernos mal llamados “neoliberales” y el actual, que está embanderado con la idea del cambio y la negación radical de cualquier nexo con el pasado.
¿Por qué este motín? Nominalmente —como en 2000 y 2003— por un aumento de salarios y condiciones más dignas de trabajo. La realidad, sin embargo, es mucho más compleja y preocupante que esa demanda, justa ciertamente si nos atenemos a las cifras de salarios de los policías de base.
La razón estructural tiene que ver con una total destrucción de las instituciones de la Nación, que en la mayoría de los casos no ha sido resuelta con una nueva institucionalidad creíble basada en la ley, en los méritos, en la independencia y en la transparencia. La consecuencia inmediata es la anomia que campea en todos los ámbitos, apenas controlada por la fuerza de convocatoria de una persona que oculta cada vez menos una terrible realidad, el Estado se está cayendo en pedazos, es cada día más débil y cada día más susceptible de vivir acosado por presiones que se basan en la fuerza y no en la razón ni en la ley.
Si nos atenemos a la Constitución, está claro que este motín es un acto sedicioso que vulnera el imperativo de que la Policía “como institución no delibera ni participa en acción política partidaria”. Dado que es un cuerpo armado se le puede aplicar por analogía el Art. 245 referido a las FFAA: “Es esencialmente obediente”. Los responsables del amotinamiento debieran ser castigados con todo el peso de la Ley.
Pero está claro que esta situación no se resolverá con un eventual acuerdo y eventuales sanciones, porque este movimiento —con sus terribles y condenables excesos— es la respuesta a un manejo equivocado del Ejecutivo, que no ha cuidado ni forma ni fondo en su vínculo con la Policía. Una regla de oro en este caso es el respeto a la institucionalidad, las jerarquías, la rotación adecuada de sus jefes de acuerdo a trayectoria y méritos. Una responsabilidad ineludible es no descargar el peso de las decisiones políticas en quienes las ejecutan. Si el poder político instruye una acción policial (caso Caranavi o Marcha del Tipnis, por ejemplo), no es ni justo ni valiente descabezar mandos policiales, altos e intermedios sin asumir de entrada la esencia de la parte que les toca a las autoridades de Gobierno, más aún cuando se ha juzgado a sus antecesores por la toma de decisiones de la misma naturaleza.
Para nadie es un secreto que la Policía atraviesa una larga crisis (en nuestro gobierno establecimos una comisión independiente del más alto nivel para proponer respuestas de fondo, cuyo trabajo quedó trunco en cuanto llegó una nueva administración), requiere de un trabajo serio que debe basarse en algunas premisas elementales. No se puede tener una mejor Policía si se entiende que ésta es sostén del régimen y no la institución que garantiza el orden democrático ciudadano. No se puede continuar la vieja práctica de que la primera condición de sus jefes es su adhesión incondicional al partido de gobierno. No se puede insistir en las recomendaciones de miembros del partido como requisito para ingresar en la Academia de Policías (Anapol).
Una cuestión crucial, doblemente importante en el actual momento histórico, es resolver esa diferencia dramática entre quienes estudian en la Anapol y los “clases”, es decir policías cuya máxima aspiración es llegar a sargentos, que además son en su inmensa mayoría de origen indígena quechua y aymara. Discriminados por sus exiguos sueldos, mal formados y tratados con prepotencia por sus superiores y por buena parte de los ciudadanos.
Dada la responsabilidad policial en la lucha contra el narcotráfico se requieren blindajes contra la corrupción, difíciles de lograr, pero no imposibles. Se necesita fortalecer su preparación, establecer un tratamiento justo de compensaciones transparentes (no sólo salariales) y ser rigurosos en la exigencia de excelencia para sus integrantes.
Pero, de nuevo, este motín es la excrecencia de una grave enfermedad a la que hemos hecho referencia infinidad de veces. Nuestra sociedad está profundamente enferma y su enfermedad es de larga data. Si tres gobiernos totalmente distintos entre sí han enfrentado el mismo problema, está claro que hay tareas fundamentales que no se han hecho o que se han hecho muy mal. Las autoridades que hoy nos gobiernan tienen que entender de una buena vez que la retórica no alcanza, que los discursos de utopía no modifican la terca realidad.
El Estado boliviano está profundamente carcomido y puede venirse abajo. El Presidente sostiene con el simbolismo que aún posee un edificio débil y decrépito. Las instituciones democráticas no son un invento del liberalismo ni del poder pequeño burgués, son los cimientos indispensables de cualquier sociedad organizada.
No olvidemos además que sin Policía la sociedad se convierte en cuestión de horas en una selva incontrolable.
sábado, 23 de junio de 2012
crónica completa de Marco Chuquimia que quedará como testimonio del "día negro" que vivió Bolivia bajo una policía amotinada. tarde funcionó el diálogo sin resultados.
Marco Chuquimia
El motín policial que se inició el jueves se descontroló ayer con la toma y la destrucción de oficinas policiales y públicas que recientemente pasaron a manos civiles, lo que ocasionó un apuro en el Gobierno para negociar con la dirigencia de los sublevados.
Después de un primer fracaso en las negociaciones, originado por una falta de coordinación, el Gobierno logró anoche sentar en una mesa a la dirigencia de los amotinados y al ministro de Gobierno, Carlos Romero.
El motín policial que se inició el jueves se descontroló ayer con la toma y la destrucción de oficinas policiales y públicas que recientemente pasaron a manos civiles, lo que ocasionó un apuro en el Gobierno para negociar con la dirigencia de los sublevados.
Después de un primer fracaso en las negociaciones, originado por una falta de coordinación, el Gobierno logró anoche sentar en una mesa a la dirigencia de los amotinados y al ministro de Gobierno, Carlos Romero.
La autoridad gubernamental adelantó que, de momento, no habrá diálogo directo con el presidente Evo Morales, una de las condiciones que ponían los policías, que aseguran no desistir de sus acciones hasta que el ‘poder político’ ceda.
Pero el conflicto policial no se concentró solo en esta institución; ayer saltó hacia algunos servicios públicos porque la banca y el Servicio General de Identificación Personal (Segip), cerraron sus puertas, por seguridad.
El jueves, pasado el mediodía, las esposas de los policías, acompañadas por algunos efectivos, tomaron la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) en La Paz e iniciaron el motín demandando nivelar el trato económico que tienen los militares, como el salario, la jubilación, los servicios de salud y la elaboración de una ley que los beneficie y no los perjudique.
Desde la noche de ese día, las autoridades de Gobierno iniciaron la negociación con la dirigencia, a la que no fueron convocadas las esposas de los policías. Guadalupe Cárdenas, que encabezó este movimiento, desconocía si había una reunión con el Órgano Ejecutivo.
Ayer por la mañana las esposas se ‘desayunaron’ la noticia de que se dialogó durante toda la noche y que de ese encuentro salió la propuesta de incrementar Bs 200 al salario que recibe la tropa; planteamiento que se rechazó de inmediato y avivó el enojo.
Agentes vestidos de civil se sumaron a sus camaradas en la UTOP y empezaron a entonar estribillos contra el comandante de la Policía y contra el Gobierno por no atender sus demandas.
El enojo llevó a la primera marcha alrededor de la plaza Murillo, pero los manifestantes desviaron su curso y se fueron hasta las oficinas de la Dirección General de Investigación Policial Interna (Digipi) y de la Interpol; en el lugar se produjo el primer desmán cuando quemaron todo el equipo y la documentación de estas oficinas.
No fue todo, los policías, que protestan por la entrega de Identificación a una administración civil, y luego de recibir informes desde Oruro donde los amotinados tomaron las oficinas del Segip, imitaron a sus colegas y organizaron otra marcha que se fue hasta esas oficinas. Una vez en el lugar también procedieron a destruir el mobiliario, lo que llevó a la protesta de su principal autoridad, Antonio Costas, que anunció un proceso contra los responsables de la destrucción.
Pero el cierre de oficinas se produjo en medio de la protesta de los ciudadanos, a los que se negó la atención, cuando se anoticiaron del ‘asalto’ a las oficinas en Oruro; casi enseguida, los funcionarios dejaron sus oficinas y se llevaron los datos de seguridad.
Los amotinados reclamaban la presencia de todos sus camaradas y de ese modo se instruyó que los policías del Batallón de Seguridad Física no fueran a resguardar los bancos, lo que obligó al cierre de las entidades financieras.
El tercer grupo en reaccionar fue el del penal de San Pedro, donde los reos lograron subir a los techos del recinto y los policías dejaron el control externo. Las audiencias fueron suspendidas y solo hubo control interno.
Por la tarde no mejoró la situación en la sede de Gobierno, los policías, que organizaron otra marcha, se dirigieron hasta el Comando Departamental de La Paz, donde expulsaron a los oficiales que se encontraban en el interior del edificio y destrozaron sus vidrios.
Casi enseguida, los marchistas se dirigieron hasta el Comando General de la Policía, donde trataron de ingresar pero fueron repelidos con gases lacrimógenos.
Para cerrar la jornada, los policías sublevados arremetieron contra el Ministerio de Gobierno y luego contra el de Justicia. Apenas llegaron a la plaza Murillo, cerca de las 19:00, iniciaron una caminata alrededor de Palacio de Gobierno y pegaron un cartel en las puertas de Palacio donde se leía: “Evo, no provoques otro ‘febrero negro’”.
Más tarde se supo que el Gobierno ordenó más patrullaje militar en las capitales del país, en el marco del plan de seguridad ciudadana.
Queman documentos de procesos internosAgencias / R. D’AlencarLos policías de baja graduación quemaron documentos de los procesos internos que hay en la institución, acusando que son acciones injustas iniciadas por sus superiores, que vulneran sus derechos y que no les permite defenderse en igualdad de condiciones.
Un grupo de cabos, sargentos y suboficiales explicó que les iniciaron procesos por no saludar adecuadamente, responder de mala manera o por faltar a sus fuentes de trabajo cuando tenían una baja médica emitida por la Caja Nacional de Salud.
Uno de estos casos terminó con la baja definitiva del cabo Martín Chambi, que por denunciar actos de corrupción, supuestamente cometidos por un ex jefe nacional de la Policía, fue procesado y separado de la institución.
Ante este panorama, los policías de baja graduación demandan la eliminación de la Ley 101, por violar lo establecido en la Constitución Política del Estado, y la creación de la Defensoría de la Policía.
La rebelión verde olivo hizo blanco de sus rabias a los lugares donde los oficiales de alto rango y las autoridades de Gobierno tienen sus oficinas: la Dirección General de Investigación Policial (Digipi), donde funciona Interpol y el Tribunal Disciplinario de la Policía.
Este hecho fue repudiado por las autoridades gubernamentales, que aseguraron que esta no era una forma de protesta legítima.
Sobre la quema de documentos de Inteligencia en Digipi, algunos oficiales que no quisieron revelar sus nombres indicaron que esa medida de los manifestantes tuvo el fin de eliminar datos que comprometen a los policías insurrectos, de modo que el Tribunal Disciplinario no pueda establecer responsables.
Otros efectivos señalaron que el ataque a Digipi y al Comando Nacional tiene que ver con una manifestación de rechazo a estar bajo las órdenes del cnel. Maldonado, debido a que la máxima autoridad de la institución no es un oficial de carrera, graduado por la Academia Nacional de Policía (Anapol), sino que proviene de la Escuela de Investigadores de la Policía. “No queremos que un ‘tira’ como Maldonado nos mande”, dijeron.
Una situación similar se vivió en el ataque al Comando Departamental de la Policía en Cochabamba, donde los agentes movilizados sacaron documentación de las oficinas de sus superiores y la llevaron a la calle para quemarla.
Todas estas actitudes fueron descalificadas por la Fiscalía General del Estado, que dijo que se analizará cada uno de los casos para identificar a los instigadores de estas acciones y ver si se iniciarán procesos contra los posibles culpables.
Ante esta actitud de los uniformados amotinados, oficiales policiales sacaron los documentos de algunas de las unidades de la institución que viste el verde olivo, ya que se quiere evitar más saqueos como los ocurridos en La Paz y Cochabamba.
Un grupo de cabos, sargentos y suboficiales explicó que les iniciaron procesos por no saludar adecuadamente, responder de mala manera o por faltar a sus fuentes de trabajo cuando tenían una baja médica emitida por la Caja Nacional de Salud.
Uno de estos casos terminó con la baja definitiva del cabo Martín Chambi, que por denunciar actos de corrupción, supuestamente cometidos por un ex jefe nacional de la Policía, fue procesado y separado de la institución.
Ante este panorama, los policías de baja graduación demandan la eliminación de la Ley 101, por violar lo establecido en la Constitución Política del Estado, y la creación de la Defensoría de la Policía.
La rebelión verde olivo hizo blanco de sus rabias a los lugares donde los oficiales de alto rango y las autoridades de Gobierno tienen sus oficinas: la Dirección General de Investigación Policial (Digipi), donde funciona Interpol y el Tribunal Disciplinario de la Policía.
Este hecho fue repudiado por las autoridades gubernamentales, que aseguraron que esta no era una forma de protesta legítima.
Sobre la quema de documentos de Inteligencia en Digipi, algunos oficiales que no quisieron revelar sus nombres indicaron que esa medida de los manifestantes tuvo el fin de eliminar datos que comprometen a los policías insurrectos, de modo que el Tribunal Disciplinario no pueda establecer responsables.
Otros efectivos señalaron que el ataque a Digipi y al Comando Nacional tiene que ver con una manifestación de rechazo a estar bajo las órdenes del cnel. Maldonado, debido a que la máxima autoridad de la institución no es un oficial de carrera, graduado por la Academia Nacional de Policía (Anapol), sino que proviene de la Escuela de Investigadores de la Policía. “No queremos que un ‘tira’ como Maldonado nos mande”, dijeron.
Una situación similar se vivió en el ataque al Comando Departamental de la Policía en Cochabamba, donde los agentes movilizados sacaron documentación de las oficinas de sus superiores y la llevaron a la calle para quemarla.
Todas estas actitudes fueron descalificadas por la Fiscalía General del Estado, que dijo que se analizará cada uno de los casos para identificar a los instigadores de estas acciones y ver si se iniciarán procesos contra los posibles culpables.
Ante esta actitud de los uniformados amotinados, oficiales policiales sacaron los documentos de algunas de las unidades de la institución que viste el verde olivo, ya que se quiere evitar más saqueos como los ocurridos en La Paz y Cochabamba.
Cronología
6:30. Empiezan a llegar los policías amotinados a la UTOP, vestidos de civil y cubriéndose el rostro. Guadalupe Cárdenas se declara sorprendida porque no fue convocada a dialogar con las autoridades de Gobierno la noche anterior.
9:10. Se inicia la primera marcha de la jornada. Un capitán que se sumó a la marcha grita consignas contra el Digipi y la columna pasa de largo Palacio y se dirige hacia esas oficinas en la calle Colón.
9:35. Empieza el asalto a las oficinas del Digipi, los amotinados arrojan piedras y los escasos oficiales que estaban en su interior salen huyendo.
10:45. Los policías golpean a unos supuestos infiltrados y quitan la cámara al periodista Armando Quispe de la revista Oxigeno.
11:40. El Gobierno ofrece Bs 2.000 de nivelación salarial que se equipara al de los funcionarios públicos y propone iniciar la negociación.
16:00. Carlos Romero espera a los dirigentes de los policías para seguir negociando; pero estos van a la Asamblea de DDHH y el diálogo fracasa.
17:00. Intentan tomar el Comando General, frustrados por la falta de voluntad de diálogo y son gasificados por los oficiales que cuidan el edificio.
20:00. Se inicia la negociación en el Viceministerio de Régimen Interno y Romero pide que se levanten las medidas de presión.
6:30. Empiezan a llegar los policías amotinados a la UTOP, vestidos de civil y cubriéndose el rostro. Guadalupe Cárdenas se declara sorprendida porque no fue convocada a dialogar con las autoridades de Gobierno la noche anterior.
9:10. Se inicia la primera marcha de la jornada. Un capitán que se sumó a la marcha grita consignas contra el Digipi y la columna pasa de largo Palacio y se dirige hacia esas oficinas en la calle Colón.
9:35. Empieza el asalto a las oficinas del Digipi, los amotinados arrojan piedras y los escasos oficiales que estaban en su interior salen huyendo.
10:45. Los policías golpean a unos supuestos infiltrados y quitan la cámara al periodista Armando Quispe de la revista Oxigeno.
11:40. El Gobierno ofrece Bs 2.000 de nivelación salarial que se equipara al de los funcionarios públicos y propone iniciar la negociación.
16:00. Carlos Romero espera a los dirigentes de los policías para seguir negociando; pero estos van a la Asamblea de DDHH y el diálogo fracasa.
17:00. Intentan tomar el Comando General, frustrados por la falta de voluntad de diálogo y son gasificados por los oficiales que cuidan el edificio.
20:00. Se inicia la negociación en el Viceministerio de Régimen Interno y Romero pide que se levanten las medidas de presión.
Detalles
Seguridad. Por la ausencia de los policías en las entidades financieras, ayer se cerraron los bancos. Hoy la reapertura de los bancos está condicionada a la presencia de los agentes del orden.
Pedido. Representantes de la Conferencia Episcopal, de la Defensoría del Pueblo y de Derechos Humanos solicitaron a los agentes movilizados no cometer excesos en la lucha por sus demandas, que consideraron justas y necesarias.
Seguridad. Por la ausencia de los policías en las entidades financieras, ayer se cerraron los bancos. Hoy la reapertura de los bancos está condicionada a la presencia de los agentes del orden.
Pedido. Representantes de la Conferencia Episcopal, de la Defensoría del Pueblo y de Derechos Humanos solicitaron a los agentes movilizados no cometer excesos en la lucha por sus demandas, que consideraron justas y necesarias.
viernes, 22 de junio de 2012
mientras Evo juega al fútbol policías razos echan a sus jefes a patadas de un cuartel y se hacen de municiones, armas y gases provocando un motín al que Romero "le resta imprtancia"
Más de medio centenar de policías de tropa echaron hoy a patadas, empujones y palazos a sus jefes, obligándoles a abandonar las instalaciones de la Unidad de Táctica de Operaciones Policiales (UTOP), ubicado a metros de Palacio, lo que presentó un cuadro cómico en un principio y serio después porque rompió la lógica de mando en una institución uniformada.
“Nivelación, nivelación (quieren tener el mismo sueldo que militares); muera el gobierno hambreador de Evo Morales”, gritaban los amotinados que llegaron a eso del mediodía hasta la puerta de la UTOP, ubicada sobre la calle Junín, al lado del Ministerio de Relaciones Exteriores y cerca al Palacio de Gobierno.
Ante la proximidad de los manifestantes, entre ellos policías vestidos de civil y esposas de sus camaradas, unos tres subtenientes intentaron impedir el ingreso de estos a las instalaciones de esa unidad estratégica. Sin embargo, se rindieron ante el número de los manifestantes, quienes luego los expulsaron del lugar a empujones.
Detrás de esos oficiales salieron otros tres subtenientes, a quienes los “ficharon” como enemigos de los intereses de la policía de tropa por no defender su reivindicación de mejores niveles salariales para desarrollar su trabajo.
El cuadro trajo a la memoria el trágico motín policial de febrero de 2003 contra el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, que terminó con un saldo de 13 personas muertas, entre uniformados y civiles.
Apenas tomaron la UTOP los policías rebeldes, sus camaradas que estaban al interior de esa infraestructura giraron la visera de sus gorras hacia la parte posterior de sus cabezas en señal de motín y procedieron a cubrir sus rostros con pasamontañas. Paralelamente, escuchaban vía radio la solidaridad de sus camaradas de Cochabamba, Santa Cruz, Tarija y otras ciudades del país.
Gases y armas
En el tiempo de toma de la UTOP, otro grupo de oficiales tiró gases desde el segundo piso de ese edificio contra sus camaradas de base que estaban en el patio, lo que generó la reacción inmediata de éstos, quienes respondieron con palos, piedras.
Minutos después del episodio, el teniente coronel Rómulo Delgado, comandante de la UTOP, y cuatro oficiales, entre ellos, otro teniente coronel y tres mayores, eran expulsados de la Unidad a empujones y en medio de insultos.
Casi al mismo tiempo, otros policías rompieron los vidrios de una vagoneta estacionada en el patio de la Unidad y de su interior comenzaron a sacar armas de culata plegable y municiones. Luego dijeron que ese motorizado es del Comandante de la UTOP. Otros uniformados se apertrecharon con sus armas lanzagases y escudos por si hubiera enfrentamientos.
En horas de la tarde, el suboficial Edgar Ramos, principal representante de la policía de Tropa, denunció que el gobierno envió a efectivos de Inteligencia de las Fuerzas Armadas para vigilar los movimientos de los policías.
Ramos pidió al gobierno diálogo por tiempo y materia para resolver de una vez sus demandas que se resumen en tres puntos: nivelación salarial para tener el mismo sueldo que los efectivos de las Fuerzas Armadas, jubilación con el 100% de sueldo y abrogación de la Ley 101 (referida a penas y sanciones contra efectivos que violan normas).
La dirigente de las esposas de policías, Guadalupe Cárdenas, informó que el gobierno convocó a los policías a un diálogo para esta noche, pero no precisó la hora ni el lugar. Ramos confirmó que personal del Ministerio de Gobierno le llamó por teléfono para instalar la negociación.
Evo en Río
En tanto, Prensa de Palacio informó que el presidente Evo Morales protagonizó en las pasadas horas tres encuentros de fútbol-9 con residentes bolivianos en la zona de Lagoa de Freitas en la ciudad de Río de Janeiro, con residentes bolivianos.
“Aproximadamente a las 20.30 hora de Brasil, el Mandatario boliviano se dirigió a esa zona donde fue recibido con muestras de cariño por los residentes bolivianos, quienes armaron tres planteles de fútbol para enfrentar al equipo presidencial”, dice la agencia oficial
“Morales salió del plenario de la Cumbre Río+20 aproximadamente a las 18.00, para reunirse con sus compatriotas. La plantilla gubernamental ganó los tres partidos que tuvieron una duración de 20 minutos cada uno”, indica
“Tras la jornada deportiva, que se realizó en plena lluvia en la ciudad de Río de Janeiro, los residentes bolivianos agradecieron la visita del mandatario a quien pidieron además un pronto retorno a tierras brasileñas”, agrega.
domingo, 17 de junio de 2012
la difusión de la verdad es lo que está logrando internet. ante su empuje nada se resiste. la verdad derriba gobiernos y sepulta presidentes. invalorable razonamiento de EDWIN TAPIA sobre el poder y los medios. profundo y actual. Bien Edwin!
Edwin Tapia es galardonado por el Instituto Mayor de formación militar |
El Estado es una forma de organizar la sociedad para evitar que las contradicciones, despojadas de su contenido racional, aniquilen a todos. Sería el fin de los grupos humanos si no pudieran lograr un momento de conciliación y entendimiento. El Estado no suprime las diferencias, pretende fijar reglas, normas para que a partir de las asimetrías, la gente actúe en busca de soluciones compartidas.
Ese orden no puede ser eterno. A pesar de su cobertura subjetiva es resultado de la correlación de fuerzas que se da, con su propia intensidad en cada momento de la historia. La Edad Media cubrió el imperio de los más fuertes incorporando, a la sucesión de hechos, el designio divino. La revolución francesa no pudo encontrar nada mejor que la voluntad del pueblo para sacralizar la victoria de las mayorías que, en última instancia, no es sino un acontecimiento cuantitativo. La cantidad es respetada no tanto por su sabiduría como por la fuerza que produce.
Los avances espectaculares en el campo de la cibernética, entre otros, permiten descubrir, en la organización y funcionamiento del poder, lo que antes era un secreto inexpugnable. Bajo la ficción de la voluntad divina, durante más de mil años, en la Edad Media, se acalló el grito de dolor, indignación y rebeldía de millones de seres humanos atormentados en los sótanos de la inquisición. A partir del siglo XVIII la justificación cambia, ya no es la voluntad de Dios, sino el veredicto del pueblo. Los vencedores siguen sacrificando a los vencidos. Al Estado no le falta razones para utilizar la fuerza de que dispone “legalmente”.
Felizmente, lo que antes era parte del poder o mejor dicho privilegio inviolable del orden dominante, ahora, está siendo, no solo cuestionado, sino desconocido por los avances maravillosos de los medios de comunicación. Ya no es posible ocultar el fundamento del orden piramidal impuesto. Al quedar desvelado el secreto del poder, es decir, la violencia, los poderosos no tienen nada que justifique lo que hacen. Esto es lo que no les gusta. Se indignan, gesticulan y amenazan. Las protestas públicas del Presidente del Ecuador representan, con creces, esta tendencia conservadora.
Los periodistas, aun sin hacer nada, en la proyección de sus propias ideas, solo mostrando lo que, evidentemente, es el orden establecido y su funcionamiento recurrente, aparecen como el contrapeso de ese orden. La televisión, filmando los aspectos menos conocidos del sistema y difundiéndolos, cumple una función transformadora invalorable. Ver la figura y la conducta de los gobernantes, de inmediato, produce una saludable desmitificación. En la lógica de los encubrimientos cómplices, antes, los dignatarios de Estado parecían sabios, justos, misericordiosos y por eso dignos de respeto o temor, ahora, al verlos apoltronados en el Parlamento o en los ministerios, descubrimos que son igual que nosotros o peores. Así, por efecto de los medios de comunicación, el Estado pierde las supervivencias feudales que le daban un cierto nivel trascendente.
Descubrir y difundir las debilidades o secretos del Estado, es una forma de plantear su transformación. Muy pocos estadistas, quizá nadie, soporta que alguien le diga la verdad; el poder y los poderosos se nutren de las alabanzas, de la justificación de sus defectos y errores. Si no fuera así, quizá habría campo y esperanza para la sabiduría, la humildad y el perdón.
El descubrimiento de la naturaleza íntima del poder, en primera instancia, ocasiona un desconocimiento creciente. Sin miedo, respeto ni admiración por sus gobernantes, las personas optan por sus propias ideas e intereses, así los vínculos de cohesión social se debilitan, queda poco, casi nada, por lo que valga la pena sacrificar lo individual. El Estado fundado en el siglo XVIII no soporta los desafíos ni las exigencias del conocimiento. En el vacío que se produce por las imposibilidades, incumplimientos y agresiones del poder constituido frente a las exigencias de la ciencia y de la tecnología, surgen las deformaciones. Es casi una ironía que los gobernantes exijan a los súbditos lo que ellos no son ni hacen.
Algo que debe llamarnos la atención es la presencia creciente de estructuras intermedias en las que el factor determinante es el conocimiento, hay empresas en el mundo con más capital, tecnología y poder que algunos países de Asia y América. La universalización del imperio es, precisamente, esa bifurcación desterritorializada y descentralizada. Si analizáramos con cuidado lo que nos sucede descubriríamos que algunas cosas que hacemos y mucho de lo que usamos no depende de nosotros, no está en el marco de nuestras decisiones. Nos aproximamos, con velocidad creciente, hacia nuevas formas de organización estatal. Decir que todo esto sucede por efecto del desarrollo portentoso de los medios de comunicación sería un exceso que inutilizaría el rigor intelectual de este trabajo. Pero lo que no podemos negar es el efecto evolutivo de la información en el descubrimiento del poder constituido, de sus insuficiencias y deformaciones.
Los medios de comunicación son también parte de este tiempo y de este mundo, no están lejos de la crisis. Utilizar solo la dimensión tecnológica de los instrumentos que se manejan, sin un contenido filosófico, ético, científico ni artístico, da lugar a una función no solo repetitiva, sino decadente. La preferencia por lo insólito, por el pecado o el delito, es decir, por el escándalo, plantea el riesgo, quizá la consumación de la oficialización generalizada de ese nivel de evolución. Si la gente, las nuevas generaciones ven solo eso, acaban convencidas que el mundo en que vivimos es así, en consecuencia, no es malo acomodarse a esa realidad.
Si digo aquí, en proyección autocrítica, que la función renovadora de los medios de comunicación es porque, en dicho sector, se están dando los avances científicos y tecnológicos más sorprendentes, no me equivoco. La participación de la gente es respetable, pero todavía no está en el nivel de los desafíos que su propia actividad le plantea. Nunca antes hubo un medio no estatal, con tal influencia en la conducta de los pueblos. La cultura de este tiempo deriva de los medios de comunicación. Los niños pasan delante de sus aparatos televisivos, cada día, más de tres horas. Los demás si no vemos tales pantallas por lo menos dos o tres veces durante las 24 horas, quedamos sin saber lo que pasa en el mundo y en nuestro país, ese vacío disminuye nuestras posibilidades profesionales, económicas, artísticas y científicas. Prisioneros de la ciencia y de la tecnología, al mismo tiempo, somos cada vez más universales y seguros de nosotros mismos.
La difusión del conocimiento, más allá de las actitudes conservadoras o represivas de los titulares actuales del poder, está horizontalizando las decisiones, es decir, ya no es posible que alguien, a pesar de la fuerza de la que dispone, pueda sustituirnos totalmente en la historia, es decir, en nuestra historia.
Pese a sus limitaciones, impurezas y vacíos, ante el viejo poder, imposibilitado de renovarse, opto por la difusión de la verdad que se convierte en desafío apasionante, precisamente, por su carácter relativo.
sábado, 9 de junio de 2012
constituye todo un testimonio el texto que nos ofrece Harold Olmos referente a la concesión de Asilo al senador Pinto. invalorable!
El gobierno brasileño anunció esta tarde que ha concedido asilo al senador pandino Roger Pinto, en una decisión con implicaciones políticas y diplomáticas llamadas a tener repercusiones en Bolivia. En juicio de legisladores de Convergencia Nacional (CN), el partido del legislador asilado, la medida cuestiona la calidad del respeto a los derechos humanos y la independencia de la justicia en Bolivia bajo el Estado Plurinacional y endosa la decisión del legislador de buscar resguardo para sí y su familia. Se ignora si el gobierno del vecino país recibió ya el salvoconducto necesario para el legislador y su familia. Un avión de la Fuerza Aérea Brasileña estaría en Rio Branco, desde donde el senador sería trasladado a Brasilia junto con su familia quizá durante este fin de semana.
El escueto comunicado de la cancillería del vecino país dice:
El gobierno brasileño decidió conceder asilo al ciudadano boliviano Roger Pinto Molina, a la luz de las normas y de la práctica del Derecho Internacional Latinoamericano y con base al artículo cuarto, inciso X de la Constitución Federal.
El artículo cuarto de la CPE de nuestro vecino dice:
La República Federal de Brasil se rioge en sus relaciones internacionales por los siguientes principios:
I – Independencia nacional;
II – Prevalencia de los derechos humanos;
III – Autodeterminación de los pueblos;
IV – No intervención;
V – Igualdad entre los Estados;
VI – Defensa de la paz;
VII – Solución pacífica de los conflictos;
VIII – Repudio al terrorismo y al racismo;
IX – Cooperación entre los pueblos para el progreso de la humanidad;
X – Concesión de asilo político.
-0-
Hasta el mediodía, la cancillería aseguraba que no había recibido ningún comunicado oficial de Brasil. Por la tarde predominaba eldesconcierto en las filas del gobierno, en las que al parecer se creía que si el asilo era concedido, eso ocurriría sólo más adelante este mes. El jefe de la bancada oficialista en la Cámara de Senadores, Eugenio Rojas, dijo la decisión brasileña era “una mala señal” pues la protección era extendida a un legislador con más de 20 procesos. Quintín Quispe, otro legislador del partido de gobierno, pareció confundido y dijo que Pinto debía buscar asilo en Estados Unidos. Su colega Roberto Rojas dijo que, a pesar del asilo concedido al senador, los procesos contra éste deben continuar. Ninguno abordó la desconfianza del legislador sobre la aplicación de la justicia en Bolivia y la dependencia que se atribuye a los jueces respecto al Poder Ejecutivo
El cañonazo noticioso en Bolivia partió el jueves del diario paceño Página Siete, que mantuvo firme la solidez de su primicia a pesar de los intentos oficiales por desmentirla.
Hasta la noche se desconocía si habría algún comentario oficial del gobierno plurinacional sobre la decisión brasileña, que lo coloca ahora bajo el escrutinio mundial. Con el antecedente de esta tarde, es posible que muchos de los casos controvertidos, bajo juicio o en proceso, sean puesto ahora bajo la lupa de los juristas. Es posible también que el precedente genere mayor atención alrededor de la marcha en curso del TIPNIS y de la paliza que recibieron los marchistas el año pasado.
En junio de 2009, el vecino país otorgó asilo en masa a 118 ciudadanos que solicitaron protección. La medida fue recibida también con asombro, pero sin mayores estridencias. Brasil consideró que el grupo tenía “razones fundadas” para temer que un eventual proceso no sea justo. Anteriormente, Perú había otorgado la misma protección a dirigentes políticos de oposición, en una decisión que provocó agrias reacciones de las autoridades bolivianas.
El programa “No Mentirás”, de PAT, colocó en la noche frente a frente a opiniones divergentes sobre la decisión brasileña. La presidenta de la Cámara de Diputados, Rebeca Delgado, se cuadró al lado de la posición oficial y dijo que el senador Pinto debe responder por los juicios entablados en su contra y que, en todo caso, la decisión de asilo es reversible y que las autoridades se enpeñarán en lograrlo. Dijo que la decisión era “errada”y la atribuyó a “falta de información” de la cancillería del vecino país. “El asilo no corresponde en casos de delitos comunes”. Su colega Roberto Rojas también sostuvo que el asilo es revocable.
En la otra esquina del ring, el analista Carlos Cordero, columnista de varios periódicos, dijo que el asilo era una “mala noticia para el gobierno” que ocurría en el rastro de varios informes sobre la precariedad de los derechos humanos y de la justicia en Bolivia. Citó informes de las Naciones Unidas, de la Iglesia Católica y los reclamos persistentes de los medios informativos sobre prácticas y amenazas contra la libertad de expresión. “Hay persecución, es patente y la he denunciado”, dijo.
junio 8, 2012 Publicado por haroldolmos | Bolivia | Brasil, Asilo, Pinto, Itamaraty | Dejar un comentario
miércoles, 6 de junio de 2012
extraño caso de un ciudadano estadounidense millonario detenido en Palmasola hace muchos año bajo acusaciones que jamás han sido probadas. EFE
La esposa y una de los cinco hijos de Ostreicher, que inició el pasado abril una huelga de hambre para protestar por su encarcelamiento en la prisión de Palmasola (Santa Cruz), denunciaron su situación en una audiencia ante el subcomité de derechos humanos del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja de EEUU.
"Esto es un caso de secuestro de Estado para lograr una recompensa", dijo en la audiencia Steve Moore, un exagente especial de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) que trabaja ahora para ayudar a resolver casos de estadounidenses "injustamente detenidos" en el extranjero.
Según Moore, "el éxito capitalista de Ostreicher al cultivar más arroz en unas instalaciones privadas en la región de Santa Cruz que lo que el Gobierno boliviano podía gestionar en todo el país estaba a punto de dejar en ridículo al Gobierno de Morales, y había que eliminar esa amenaza".
Ostreicher, que llegó a Bolivia en 2008, invirtió 26 millones de dólares en la producción de arroz, lo que le llevó a producir casi 23 millones de kilogramos de cereal, explicó en la audiencia su esposa, Miriam Ungar.
En 2011, la Fiscalía del país andino le abrió una investigación "por presunta legitimación de ganancias ilícitas", porque dos brasileños a quienes compró inmuebles la administradora boliviana de Ostreicher, Viviana Rodríguez, estaban supuestamente vinculados con el narcotráfico.
Uno de los brasileños se fugó y el otro fue deportado por portar documentación falsa, mientras que Ostreicher y su administradora están presos desde entonces, sin que hasta ahora haya una acusación oficial en su contra, algo muy frecuente en Bolivia, donde el 70% de los encarcelados no tienen condena. "Lo que hicieron fue jugar a seis grados de separación con él. Resultó que alguien a quien casualmente conocía, traficó con drogas", aseguró Moore.
Las audiencias programadas para el caso en el último año se han anulado y pospuesto constantemente, según el exagente, por la única razón de que "no hay ninguna prueba. No hay ni siquiera pruebas de que hubo crimen, y menos aún de su relación con un ciudadano estadounidense", aseguró.
Moore, que conversó el martes por teléfono con Ostreicher, aseguró que el preso ha oído en la prisión que el terreno en el que él producía arroz ha sido nacionalizado y reconvertido en cultivo de coca, "una materia mucho más lucrativa".
El agente criticó además la gestión del caso en el Departamento de Estado de EE.UU., que "tiene herramientas para lidiar con esto", pero en lugar de utilizarlas está "casi guiñando un ojo al Gobierno de Bolivia, diciendo: 'vamos a fingir oponernos a esto, pero después vamos a bailar en sus festivales'".
La esposa de Ostreicher denunció además que la embajada de Estados Unidos en La Paz nunca ha concertado una reunión con el motivo explícito de hablar del caso de su marido.
El congresista republicano Christopher Smith, que preside el subcomité, aseguró que le encargó a la secretaria de Estado para Latinoamérica, Roberta Jacobson, que hablara sobre el asunto durante la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se cerró el martes en Cochabamba (Bolivia), "pero no lo hizo".
"¿Cómo, en un país donde ocurren tales abusos de los derechos humanos el Departamento de Estado considera que su papel es el de 'observar' qué pasa?", se preguntó Smith.
La esposa de Ostreicher, que aseguró que no puede volver a Bolivia porque la fiscalía ha presentado cargos de "obstrucción de la justicia" contra ella por "haber concedido una entrevista a la CNN", describió su "agonía" ante el deteriorado estado de salud de su marido.
"¿Quiere nuestro Gobierno que un ciudadano estadounidense inocente salga caminando de esta prisión, o prefieren arrastrar su cuerpo fuera de ella?", planteó Ungar.
"Ruego a este Gobierno que interceda por mi padre", dijo por su parte Chaya Gitty Weinberger, hija de Ostreicher, quien tiene programada una nueva audiencia para el próximo 11 de junio.
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