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domingo, 8 de septiembre de 2013

Leopoldo Fernández. 3 veces diputado. 4 veces senador. Prefecto de Pando y hoy preso durante cinco años por el Régimen de Morales Ayma. Valiente. Franco. Directo y profundo se confiesa a El Deber, cuyos cronistas ofrecen una entrevista bien lograda que resumen la biografía y el calvario de este gran político pandino, hoy afectado por un cáncer que se viene tratando con arresto domiciliario en la sede de Gobierno.

M.SALVATIERRA/M.TEDESQUI - ELDEBER
ENTREVISTA
Leopoldo Fernández
- EXPREFECTO DE PANDO -
Leopoldo Fernández decide hablar y romper el silencio de varios años en los que primero no pudo y después no quiso dar entrevistas. Su palabra emerge cuando faltan pocos días para que se cumplan cinco años de la denominada ‘masacre de Porvenir’, cuando se enfrentaron autonomistas y campesinos en un pequeño pueblo de Pando, que después se hizo conocido por los 15 muertos y el dolor que se produjo en el país.

En ese momento, Leopoldo Fernández era uno de los prefectos de la oposición, uno de los que más conocía de la política boliviana y de los más influyentes del Conalde. Él cree que los opositores también fueron engañados por el Gobierno cuando confiaron en que el diálogo sería la solución.
Cinco años después, reflexiona sobre los errores de la oposición, la lealtad de sus colegas y también respecto al presidente.

Han pasado cinco años desde que ocurrió lo de Porvenir, ¿qué evaluación hace de ese hecho (el enfrentamiento) y de su detención?Siempre estuve en contra del enfrentamiento entre bolivianos. No apruebo la violencia y eso lo sabe muy bien el pueblo pandino y quienes tienen buena memoria. Si usted hace una retrospectiva, el primer semestre del año 2001 asumí interinamente la Presidencia de la República. Durante ese cortísimo mandato de unas 72 horas puse todo mi esfuerzo para evitar un enfrentamiento armado anunciado entre el sector campesino de La Paz, liderado en ese entonces por Felipe Quispe, y el Ejército. Logré firmar un acuerdo con él y se logró evitar un baño de sangre. En el caso específico de Porvenir intenté hacer lo mismo. Durante el juicio se han documentado mis conversaciones con las fuerzas policiales y castrenses asentadas en Pando para evitar ese enfrentamiento. Sabíamos que los marchistas, apoyados por el Gobierno, portaban armas de fuego. Lamentablemente no hubo la voluntad política del Gobierno para autorizar el despliegue de las fuerzas del orden y evitar el enfrentamiento con el saldo de muerte de civiles que todos conocemos. Ahora que el tiempo pasó, todos sabemos que la verdadera intención detrás de esa marcha era un ‘golpe de estado’ departamental. Mi detención y la carencia de un debido proceso son prueba irrefutable.

¿Se imaginó que su detención iba a durar más de cinco años?Desde luego que no. No existían, ni existen, pruebas de que yo hubiera ordenado una matanza. Si se respetase el Estado de derecho no habría materia justiciable en contra de mi persona, ni contra el prefecto electo de Pando.

¿Se arrepiente de haberse quedado en Bolivia?Ni por un momento. El encierro es un sacrificio que ha afectado de lleno a toda mi familia, desde mi madre hasta mis nietos. Pero demostrar mi inocencia de tan pesadas acusaciones es algo que hemos asumido con dignidad.

¿No era más fácil cruzar la frontera e irse a Brasil?La situación era ya por demás delicada como para salir huyendo. Ambos bandos estaban descontrolados y era necesaria la presencia del prefecto para evitar el descontrol y un nuevo enfrentamiento. El Ejército agravó la situación con la toma del aeropuerto de Cobija, donde todos vieron cómo se quitó la vida a un pastor evangélico.

¿Qué cree que debe saberse que aún no se sepa?Yo creo que todo el pueblo boliviano ya está al tanto de lo que sucedió. De quién organizó la marcha, el objetivo que tenía. Todos saben que uno de los marchistas ejecutó a sangre fría al ingeniero Oshiro. Que secuestraron, torturaron y vejaron a seis personas y mataron, entre estas, al vecino de Porvenir Alfredo Céspedes. El enfrentamiento fue una lamentable consecuencia de ello. Tanto los dirigentes cívicos como parlamentarios y mi persona hicimos todo lo que pudimos para evitar ese desenlace. No sucedió lo mismo desde el lado del Gobierno central. Ellos no solo planificaron y alentaron el enfrentamiento; retiraron las fuerzas del orden y dejaron desprotegidos, frente a frente, a dos bandos de civiles.
Por su parte, el juicio, lejos de buscar la verdad de los hechos y encontrar los responsables, está plagado de irregularidades, encubriendo con ello a los verdaderos autores intelectuales y materiales de lo sucedido en Porvenir. Éste comportamiento de fiscales y jueces demuestra fehacientemente un manejo político del mismo por parte del Gobierno para someter a sus opositores, como la propia abogada de la acusación particular de este caso manifestó públicamente hace pocos días a los medios de comunicación.

¿Y sobre el Conalde?, ¿fue abandonado por sus aliados?El Conalde tuvo siempre como meta la defensa de la democracia, el Estado de derecho y la autonomía. Decir que era una organización separatista es una mentira. Fuimos siempre respetuosos de las leyes. No era un grupo de caudillos, se trataba de prefectos electos por nuestros departamentos. Luego del golpe departamental en Pando el Conalde hizo una lectura equivocada de las intenciones del Gobierno. Pensaron que la situación política podría distenderse por la vía del diálogo. Para no condenarlos debo asumir que también fueron engañados.

De ese grupo de prefectos, solo queda Rubén Costas en el cargo. ¿Volvió a hablar con él?Durante mi estadía en el penal de San Pedro recibí la visita de varios jefes de partidos políticos, así como de los prefectos del Conalde, incluyendo a aquellos que perdieron el mandato en el revocatorio. Rubén Costas fue el único ausente. Sin embargo, luego de que se me otorgó la detención domiciliaria, por razones de salud, Rubén sí me visitó y conversamos. Yo creo que no se trata solo de lealtades, sino, más bien, de una interpretación de la coyuntura política y en eso creo, personalmente, que actuó de forma equivocada.

¿Qué errores cometió la oposición?La oposición perdió la cualidad que la hacía uniforme y le otorgaba el peso específico para oponer resistencia al plan hegemónico del Gobierno: la unidad. Al fragmentarse perdió la iniciativa política y se diluyeron los esfuerzos. Al Gobierno le fue más fácil someter al saldo.

Ahora Pando tiene cuatro veces más habitantes.En Pando siempre tuvimos las puertas abiertas a quienes adoptasen nuestra tierra como suya. Me hace feliz que muchos bolivianos hayan decidido aportar al crecimiento de nuestra región. Hay mucho trabajo por hacer y con seguridad que estos nuevos pandinos y sus siguientes generaciones querrán esa tierra como suya. Sin embargo, por la información que tengo, las autoridades departamentales y municipales todavía no atienden satisfactoriamente las necesidades creadas por los nuevos habitantes. Es necesario controlar el contrabando y el narcotráfico para evitar que el ciudadano quede preso de mafias y de la violencia.

¿De qué se ocupa la mente de Leopoldo Fernández?Principalmente de recordar mi tierra. Espero que no pase mucho tiempo antes de que pueda volver a Pando, a mi tierra, a mi gente. El saldo de tiempo lo tengo ocupado con el desarrollo del juicio y la lectura.

Siempre se ha dicho que Leopoldo Fernández es un animal político, ¿cómo canaliza esa energía ahora?En la familia. Durante unos 30 años de vida política la postergué. Aprovecho ahora para dedicarle más tiempo.

¿Se ve con futuro político?Yo ya había anunciado mi retiro de la vida pública antes de los hechos de Porvenir. Creo que hay nuevas generaciones plenamente calificadas para asumir su rol histórico.

¿No ha considerado ser candidato?Recibo permanentemente esa sugerencia, pero ahora debo culminar primero con el juicio y de forma paralela recuperar la salud. No veo espacio en ello para una candidatura.

¿Qué le aconsejaría a la oposición?La unidad. Creo que la recuperación de la institucionalidad democrática es un bien mucho mayor que apetitos personales o de grupos. Bolivia ha retrocedido 30 años y nos encontramos en un país donde los derechos humanos, las libertades individuales y políticas están coartadas. Ese es el primer desafío.

¿Qué opina del Gobierno?Evo Morales tuvo la oportunidad de pasar a la historia como un gran presidente. La ha desperdiciado. Pero eso sería poco. Ha dejado pasar un gran momento de la economía regional y trató de implementar un modelo político y económico trasnochado. Si bien la situación no ha llegado al extremo que se ve hoy en Venezuela, si no se hacen cambios urgentes pronto estaremos en una situación similar.

¿Qué le diría al presidente?Bolivia es mucho más grande que sus personajes. El tiempo se encarga de revelar las mentiras y destapar los secretos más escondidos. Así se escribe la historia. Tiene que decidir entre dejar de alimentar su ego por algún tiempo más o perpetuarse en las páginas oscuras de la historia de Bolivia.

¿Por qué cree que lo odian tanto para desearle que se pudra con los gusanos?Mucha gente trabaja toda una vida y no logra colocar una frase en la historia. Sin embargo, algunos lo logran con una triste expresión. Ella revela la gran frustración de un personaje claramente no calificado para construir un país. A mí me provoca solo pena.

¿Cómo es su vida ahora?Mucho más tranquila. El encierro me ha mostrado quiénes son las personas más próximas, las desinteresadas, los amigos, el cariño incondicional de la familia. Siempre he vivido enfocado en los desafíos a vencer. Eso no ha cambiado.

¿Cómo está su salud?, ¿lo del cáncer está resuelto?Sigo convaleciente. El cáncer es un terrible enemigo y la pelea está siempre abierta. Yo me siento mejor, pero no se puede bajar la guardia.

¿Qué le ha dejado el encierro?Es una de las experiencias más duras que puede enfrentar el ser humano. Mucho más si es injusto. Sin embargo, trato de sacar de él el mejor provecho, como hombre, como persona y como padre de familia. Ciertamente sin fe y sin mi familia hubiese sido prácticamente imposible soportarlo
   PERFIL  
Leopoldo Fernández
EXPREFECTO DE PANDO
CARGO: TIENE ARRESTO DOMICILIARIOEDAD: 61 años
CIUDAD: COBIJA
SU FAMILIA
Está casado con Pilar Soria y tiene cinco hijas
SU FORMACIÓN
Se graduó en Ciencias Políticas.
LA VIDA POLÍTICA
Comenzó a militar desde muy joven en Acción Democrática Nacionalista. Fue diputado nacional en tres ocasiones y senador en cuatro gestiones. Fue electo primer prefecto de Pando con la sigla Podemos, cuyo jefe era Jorge Quiroga Ramírez.
LA ACUSACIÓN
El 11 de septiembre se produjo un enfrentamiento en la población de Porvenir (Pando), en el que murieron 15 personas. Fue acusado de genocidio, junto a otros dirigentes opositores. Lo detuvieron el 16 de septiembre y desde entonces se le siguen varios procesos judiciales irresueltos hasta la fecha.
LA SALUD
En enero de este año fue internado por complicaciones en el riñón y después se supo que tenía cáncer, por lo que le extirparon ese órgano. Posteriormente le dieron arresto domiciliario.

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