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lunes, 6 de octubre de 2014

Humberto habla de una "segunda vuelta". va quedando claro en la mente del elector. hay dos bolivias. una satisfecha que disfruta del Tesoro de la Nación, otra la de los pobres, los desposeídos, clase media empobrecida, que soporta la desigualdad y la injusticia. dos grupos diferentes y separados.

Si se mira bien, lo que tendremos los bolivianos el domingo 12 será una segunda vuelta. Las opciones nunca habían sido tan claras.
Sean Penn y Jcobo Ostreicher imagen de la extorsión, la injusticia. la Bolivia denigrada
Hay una Bolivia que tiene mucho dinero, tanto dinero que ha hecho que los precios suban hasta niveles que son inalcanzables para la otra Bolivia.
Un taxista de Cochabamba me decía que él ya no puede mantener a su familia con los ingresos que tiene porque no puede actuar en el mismo mercado de consumo que los otros, aquellos que se dedican a actividades ilegales.
Ahora sí que hay dos Bolivias. Llamémoslas como queramos, pero son muy diferentes.
En el génesis de esta diferencia está la definición que me hizo el vendedor de lotería en La Paz: el narcotráfico, jefecito, está haciendo que prospere El Alto, con edificios en todas las manzanas. “Pero yo sigo viviendo de vender lotería porque, jefecito, yo quiero vivir honradamente.”
El problema para el taxista de Cochabamba y el vendedor de lotería de La Paz es que los ingresos que tienen cubren cada vez menos márgenes del consumo de ellos y sus familias.
Y está el narcotraficante de Santa Ana, que llora porque sus dos hijos se han dedicado al consumo de sulfato, y han enloquecido, han destruido sus cerebros y son unas piltrafas, que se juntan con otras en las calles de esa y otras ciudades por donde pasa el Amazonas de las drogas.
O los pilotos jóvenes que mueren, a razón de dos o tres por mes, llevando o trayendo droga en avionetas que se pierden, se queman o son asaltadas por “volteadores” de todo origen y de diferentes uniformes.
Y está el secretario de un colegio de Santa Cruz que denunció la presencia de vendedores de droga en la puerta del establecimiento, y a los pocos días tuvo que renunciar y desaparecer por las amenazas que recibió. Habrá ido a buscar otro trabajo, en el sector de la Bolivia a la que él quiere pertenecer.
Sí, las opciones son muy claras. ¿Qué clase de Bolivia quieres para tus hijos, tus nietos? ¿Quieres que vivan bien de cualquier cosa?
Quizá en la papeleta del TSE no hayan sido marcadas claramente las opciones. Pero todo está muy claro.
No hay dónde perderse. Salvo que tu opción sea la equivocada.

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