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jueves, 20 de febrero de 2014

el Gobierno sabía del impacto ecológico y no hizo absolutamente nada. indígenas que asumieron defensa no fueron escuchados, mientras Alurralde de la Cancillería de Choquehuanca se esmera en la firma. Gastón Cornejo lanza su clamor por la enorme tragedia, no podemos desoirle

CAMBIO CLIMÁTICO Y ECOCIDIO

INUNDACIÓN EN EL BENI

El periódico “La Razón” afirma que investiga el tema del río Madera desde el año 2005, asegura que el Ing. Gonzalo Rico gerente de ENDE advirtió el riesgo de inundaciones de amplias zonas del territorio nacional cuando concluya Brasil la construcción de dos megarepresas en Jirau y San Antonio, Estado de Rondonia, frontera con Bolivia.

El 23 de enero 2007 publicó una nota: “Brasil construirá represas en el río Madera sin consultar con Bolivia”. Que se desestimó la preocupación de Bolivia por las dos represas en la selva amazónica y se reafirmó la determinación de concluirlas antes del 2011. Que Choquehuanca quiso contratar consultora  en diciembre 2006 para conocer el impacto ambiental por el temor a la inundación y extinción de especies”. “Que el ministro de energía Rondeau del Brasil dijo que no cabe acuerdo con Bolivia, las obras no tendrán influencia ni siquiera en épocas de crecida en el área de Bolivia. Que Fobomade reclamó un acuerdo entre ambos países por las posibles alteraciones fluviales transfronterizas.
El 25 enero 2007 “A pesar de las objeciones de Choquehuanca, “El proyecto seguirá adelante aseguró Rondeau”. Que Lula ofreció una salida al Atlántico a través del rio Madera. Que el proyecto tendrá diques y esclusas para habilitar la navegabilidad, se construirá un canal de más de 200 km que permitiría llegar al Amazonas.

La Razón “Planteó efectuar una estrategia de negociación, dialogar para llegar a acuerdos de beneficio bilateral. Que si las obras van a inundar territorio se afectará la biodiversidad y la productividad de las familias que habitan la región, deben exigirse compensaciones que tienen que ser equivalentes”

Ha pasado diez años desde la primera alarma y actualmente, febrero del 2014, la situación es de extrema gravedad. Ya se concluyó y se entregó Jirau; próximamente se entregará San Antonio; las graves complicaciones de impacto ambiental previstas, permitidas irresponsablemente por Bolivia y en forma totalmente reservada para complacencia del vecino, tendrán el carácter de DESASTRE. (categoría ambiental negativa que el gobierno se niega a declarar irresponsablemente)

Son delitos de lesa naturaleza, lesa humanidad y lesa patria. En este caso, cometidos por Bolivia y Brasil donde el neocapitalismo impone sus intereses y doctrina; la codicia de las transnacionales que diseñaron tales proyectos de desarrollo sobre el río Madera y la complicidad del gobierno brasilero y boliviano que cayó en la red de intereses empresariales contra sus pueblo, por acción u omisión, como sucede precisamente en Bolivia.

Por la negligencia ante la construcción de las megarepresas brasileras sufrirá, el ser humano y todo el entorno del río Madera, principal afluente del Amazonas; uno de los ríos más grandes del mundo con altísima diversidad geográfica, biológica y climática, que lleva el 95% del caudal de los ríos bolivianos, el mismo que represado inundará el territorio nacional con impacto ambiental y humano incalificable, agregado al cambio climático registrado a nivel atmosférico mundial.

Desde el 2007 yo escribo a rabiar sobre este tema, primero como Senador cuando efectué la denuncia pública acompañando los escritos científicos de SIRENARE (Jorge Molina Carpio, Iván Castellón Quiroga). Luego, con FOBOMADE (Abraham Matías, Evelin Mamani, Luis Novoa) ilustres científicos.

Han transcurrido 10 años de negligencia estatal. Actualmente nuevamente Jorge Molina Carpio, de la UMSA, sale a la palestra para insistir: “Como estaba previsto, al no negociarse adecuadamente el tema, se sufren ahora los efectos de estas dos hidroeléctricas: inundaciones y pérdidas socio-económicas y en bio-diversidad. El futuro es aterrador ante la miopía de nuestros gobernantes actuales. En Brasil ya se preveía el aumento de los caudales desde ese territorio y la consiguiente inundación por el funcionamiento de las represas, pero se negaba la posibilidad de que aquello también sucedería en Bolivia. Naturalmente, el río va a inundar aguas arriba de donde están las represas”

La negligencia ya está demostrada. La represa de Jirau fue inaugurada por la propia presidente de Brasil, Dilma Rousseff, a finales del 2013 y se preveía el inmediato  funcionamiento de San Antonio. Bolivia no cuenta con ningún sistema de monitoreo que permita medir y evaluar los impactos de las hidroeléctricas a medida que pase el tiempo. “No tenemos ningún sistema de monitoreo instalado, pero el Gobierno tampoco tomó ninguna decisión de instalar, sólo tenemos avanzado un diseño preliminar de un sistema de monitoreo realizado por privados”, afirma en la actualidad  el Ing. Molina, quien advierte que al Estado sólo le quedará solicitar la indemnización por los impactos.

Yo enumero la gravedad de los impactos biológicos, químicos, ganaderos, forestal, genético que devendrán muy pronto: Deterioro de la calidad de las aguas del río y sus tributarios. Pérdida de oxígeno. Aumento de Cianobacterias patógenas. Barrera para los peces migratorios y desaparición de 700 especies. Sobre las poblaciones ribereñas: pérdida de los recursos pesqueros, alteraciones de la calidad de vida, aumento de las enfermedades tropicales reactivadas: malaria, fiebre amarilla, fiebre hemorrágica, dengue, hanta, micosis, tuberculosis, bronco-neumopatías, enterocolitis, cistosomiasis, leishmaniasis, lepra, sarna, parasitosis, leptospirosis, filariasis, venereas. Aumento del mercurio circulante retenido originado en forma natural y de la extracción aurífera del río Beni y Maniquiri. El peligro es el Hg-CH3 (metilado) que es un tóxico para el Sistema Nervioso Central. Pérdida de ganado. Pérdida de bosques de Castaña y caucho, la zona más rica del mundo.

Para mitigar el problema, en Brasil, se propone mejorar los sistemas de salud pública.
No se prevé nada para Bolivia.
Sí, al Estado de Bolivia sólo le quedará solicitar la indemnización por los impactos.
¡Es una vergüenza!

Trinidad Beni ya está inundado, bajo aguas, por el cambio climático y por la megarepresa de Jirau. ¿Qué sucederá cuando funcione San Antonio?
¡Es una vergüenza!

Gastón Cornejo Bascopé

15 de Febrero 2014.

NOTA 20 FEBRERO. 
La prensa informa: “EL GOBIERNO SABÍA DEL IMPACTO DE PRESAS BRASILERAS EN BENI”. 
Claro que sabía y no hizo absolutamente nada. Se dice que hubo varias reuniones de comisiones binacionales presidenciales y ministeriales, encuentros tecnicos, sin resultado alguno ni información responsable.

Indígenas originarios brasileros y bolivianos asumieron defensa para que el gobierno de Bolivia cumpla los acuerdos internacionales, no se les escuchó en sus reclamos y derechos.
En Brasil se organizó un seminario con la asistencia del vicecanciller Alurralde, el funcionario que quería firmar ¡Sí o Sí! el borrador del Silala declarando a Chile dueño del 50% de las aguas bolivianas, ambos: canciller y vicecanciller fueron interpelados el 2009, no nos dieron tiempo para censurarlos pero no se firmó el borrador acordado contra la Patria. Alurralde dio crédito al Brasil sobre la inexistencia de impacto en Bolivia.

En Beni hasta el día de hoy: 84 mil reses muertas, pérdida por 50 millones de dólares, 40 mil hectáreas de cultivo afectadas, 60 mil familias damnificadas, 56 muertos en 133 municipios. Ya se detectaron 429 casos de dengue, y se prevé problemas de salud por fiebre amarilla, leptospirosis, cólera y enteritis, desastre bacteriológico. El Comité Cívico del Beni efectuará una marcha indignaos por la falta de atención a las víctimas de la desgracia y el desastre. Felizmente hay donaciones del exterior, del Japón, Perú y Brasil (envió un helicóptero por 10 días). Santa Cruz el propio gobernador con 85 toneladas de alimentos. Desde Cochabamba y La Paz, el avión “Hércules” cargado de alimentos y agua potable, no puede partir desde hace una semana por que en Trinidad no existe pista de aterrizaje disponible.

Hermanos del Oriente, del Tipnis, rogamos a Dios por ustedes, que el Desastre natural no declarado por el gobierno, sumado a la acción de seres humanos perversos, sea pasajero y reversible. Dios los bendiga y proteja.

Gastón Cornejo Bascopé
20 de febrero 2014.


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