Vistas de página en total

martes, 17 de julio de 2012

qué pasó en estos días? se pregunta Napo Dante desde el exilio, es que no vamos a recuperar la dignidad y cambiar la imagen de pichicatero, payaso, ignorante que pone por los suelos el nombre de Bolivia?


Como si nada hubiera pasado, como si el maltrato a los ciudadanos del TIPNIS hubiera sido cosa  anecdótica, como si el cierre de empresas fuera un chiste, como si las acusaciones de complicidad con el narcotráfico fueran chismes de poca monta, como si la toma de minas y el secuestro de sus empleados fuera algo inocente y legal, el gobierno cambia de dial y sale con una oferta de dotarle a La Paz de un teleférico, pre anunciando un sobre precio con la misma simpleza con la que asume todo el escenario político que viene provocando.
Y como si tal director de orquesta no habría renegado de todos los instrumentos que la componen, todos al unísono comienzan a hablar del Teleférico y se olvidan de todo lo demás con la misma facilidad con la que este proceso de cambio troca nacionalizaciones por corruptela, cheques chavistas por canchitas de futbol, reuniones a media noche por maletas James Bond, secuestros por felicitaciones y decretos expropiadores.
Es decir se ratifica plenamente eso de que en Bolivia, todo pasa y nada pasa. Estado Plurinacional donde el pasado se pone de moda para voltearnos el presente de una manera grotesca y quitarnos el futuro como si nada valiera.
Mi admiración por el grupito que maneja el Estado, en nombre del pueblo, de la misma manera en que todos lo hicieron, pueblo que sirve de escalera y pueblo que comienza a cansarse de sujetarla. Si algo produjeran. Si alguna obra pudiera justificar su paso por el Poder, si al menos hubieran realizado algún cambio, pero nada, nada podemos señalar como tal.
Y es cuando nos preguntamos por qué los sostenemos, para qué, los sostenemos y con qué fin deberíamos darles más futuro a sus ambiciones. No hay una sola razón que se pueda esgrimir. Tumbar al gobierno de Sánchez de Lozada es todo lo que hicieron, es decir truncar la democracia real para instaurar un proceso oclocrático e insumir al pueblo en la ausencia de conciencia.
Si ese hecho es el que les permite ahora destrozar las instituciones, inventarse constituciones, trazar carreteras por parques nacionales, expandir el narcotráfico en todo el territorio, convertir a Bolivia en basurero de autos chutos y ropa usada, ¿no debería haber con urgencia un acto de contrición y reparar el error de haberles permitido ser gobierno?
Recuperar la dignidad es urgente, esa dignidad que le cambie al boliviano la imagen de pichicatero, de payaso disfrazado de indio, de conmiseración ante la ignorancia, porque nunca com ahora el gentilicio boliviano ha llegado al límite más bajo. Si algo se debe hacer es recuperar la política con mayúsculas, la seriedad en el manejo y control de los Órganos de Poder del Estado y proceder a darle un contenido institucional a la gestión del gobierno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario