el caballo de troya (Sean Penn) ha sido el instrumento que está desnudando atroz realidad. Bolivia envuelta en una maraña
Jacob Ostreicher ha pasado de ser un detenido más en Palmasola, con muchas posibilidades de ser condenado, a convertirse en el mártir perfecto. A este hombre de 53 años ahora le aparecen defensores poderosos, Sean Penn es uno de ellos. Hasta octubre, todos los días, su esposa, Mirian Ungar, hacía cuatro horas de cola en el penal para llevarle la comida kosher, de acuerdo con los ritos judío-ortodoxos, y se iba caminando hacia atrás, mirándolo fijamente para evitar deprimirlo. Según le contó al diario The Jewish Chronicle, le angustiaba la idea de que Jacob vea su espalda cruzando la puerta, la sensación de dejarlo ahí, adentro.
Pero, ¿qué hace que una historia que pudo quedarse en un capítulo del programa Preso en el extranjero, de Nat Geo, termine en una superproducción de corte hollywoodense en la que se involucraron instituciones de EEUU, Israel, Venezuela y Bolivia? La capacidad de lobby de los judíos.
“La comunidad judía es muy importante en EEUU. Son secretarios de gabinete, embajadores, alcaldes, congresistas”, dijo una persona que ha estado en la tramitación del caso y su resolución.
Ostreicher consiguió en EEUU lo que no logró en Bolivia. Luego de ser detenido, en junio de 2011, acusado de lavar $us 25 millones a través de un narco brasileño y una abogada colombiana, trató de obtener ayuda de los judíos locales. “Acá, en Santa Cruz, somos una comunidad pequeña. Él había aparecido de un día para otro, no se acercó antes de invertir, así que la mayoría de la gente eligió no meterse”, cuenta un miembro de la comunidad judía.
Ostreicher sí logró convencer a la comunidad judía de Nueva York de que no es un lavador del narco, sino un empresario tonto al que estafaron. “Lo revolcaron, en realidad”, dice el miembro de la comunidad local. Los ortodoxos de EEUU pusieron su capacidad de lobby para introducir una petición en la Casa Blanca, que tuvo el apoyo de 35.000 firmas. Esto hizo que el congresista Christopher Smith cuestionara al Departamento de Estado sobre el papel que jugaban en el caso.
El miembro de la comunidad judía local cuenta que el Estado de Israel ha seguido el caso, pero consideró que su capacidad de influir sobre Evo Morales era cero. EEUU lo intentó, pero no consiguió nada. Cuando Smith trató de presionar a Bolivia con la prohibición de otorgar visa a funcionarios, Ostreicher estaba casi hundido. Álvaro García Linera salió a decir que era una amenaza abusiva, que EEUU se desgarra las vestiduras por el tema de narcotráfico, pero cuando es uno de los suyos el que cae, quiere sancionar a Bolivia.
Los canales no tradicionales
Ya para entonces, la comunidad judía de Nueva York y los congresistas movidos por su lobby estaban al tanto de la extorsión. Mirian le contaba al Jewish Chronicle que habían gastado medio millón de dólares en la defensa de Jacob y una investigación de un exagente del FBI había deshilachado la red de extorsión estatal que hasta ahora es el peor escándalo de corrupción del Gobierno de Evo Morales.
Se tenía todo para al menos mejorar la situación de Ostreicher, pero faltaba quien entregue el mensaje. “El nivel de influencia de EEUU en el actual Gobierno es nulo”, dijo la fuente.
Ahí aparece Sean Penn, el amigo de Chávez y Evo. Jacob ahora dice que también es su amigo. El hombre que participó de la resolución de la trama explica que personas influyentes cercanas a Penn le presentaron los argumentos a favor de Jacob y el ganador del Oscar aceptó el papel.
Pero el camino no fue directo. Acudió a su amigo Hugo Chávezpara que le allane el camino. Llegó a La Paz, jugó fútbol, se convirtió en embajador de las ‘buenas causas de Bolivia’ y entregó el mensaje. “Es obvio que una investigación como esta no se hace en dos días”, dijo un alto funcionario del Gobierno. Ahora Ostreicher es una papa caliente en manos del Gobierno, es casi el santo de los extorsionados y ya a casi nadie le importa si es culpable o no de lavado de dinero.
CLAVES
La religión de OstreicherEs judío ortodoxo, un miembro respetado de su comunidad y eso le consiguió ayuda.
La investigaciónEl exagente del FBI desmanteló la red y dio credibilidad a la historia que contaba Ostreicher.
El mensajero
Si EEUU o Israel contaban la historia, no hubiesen conseguido nada. Penn fue el indicado.
Si EEUU o Israel contaban la historia, no hubiesen conseguido nada. Penn fue el indicado.
Sean Penn, el amigo ‘bolivariano’ que le trajo un caballo de Troya al presidente Evo Morales
Sean Penn no es solo un actor famoso que ha logrado domar a la peor red de extorsión descubierta hasta hora en Bolivia, sino que es una persona influyente en la región desde su relación con el presidente venezolano Hugo Chávez.
Desde 2007, Penn visita Venezuela con cierta regularidad y ha expresado su simpatía con el proceso que conduce Chávez a tal punto que incluso lo ha defendido en entrevistas públicas en la televisión estadounidense.
Desde el terremoto que devastó a Haití, Penn se convirtió en embajador itinerante de la isla para ayudar a su reconstrucción. De la mano de Chávez se reunió con Evo, Cristina Fernández y Lula Da Silva para ayudar y ahí fue que Chávez dijo que el actor se había convertido en ‘un bolivariano más’.
El gran regalo griego
Cuando el 30 de octubre Penn llegó a Bolivia para reunirse con Evo Morales, la información oficial era sobre Haití, pero le traía un Caballo de Troya, un regalo griego, para ayudar a Jacob Ostreicher.
La información que traía consigo movió los cimientos de Palacio Quemado y se ha quedado a vivir en el salón donde se realizan las reuniones de gabinete.
Fuentes cercanas al poder hablan de una vendetta que se está desarrollando entre los que fueron desplazados cuando Sacha Llorenti se hizo cargo de la cartera de Gobierno.
También hablan de una gran desconfianza entre los ministros más influyentes y un probable reacomodo de poderes e influencias con el Presidente si la investigación de verdad llega a lo más profundo.
Por lo pronto Penn deja Bolivia asegurando que “existe un cáncer que está atacando el corazón del país”.
MES A MES
LOS 18 MESES MÁS LARGOS EN LA VIDA DE UN EMPRESARIO CON 25 MILLONES
Pasa de acusador a detenido en PalmasolaEn junio de 2011 Jacob Ostreicher es arrestado como sospechoso de lavar $us 25 millones a través de la abogada colombiana Claudia Liliana Rodríguez. Había invertido esa suma en 2008.
Sus amigos de EEUU comienzan a actuarEl 3 de mayo, los judíos de Nueva York protestan frente a la legación boliviana. En junio, introducen una petición a la Casa Blanca que obligó al Congreso a involucrarse en el tema.
La investigación da argumentos a JacobLos congresistas y un exagente del FBI visitan Bolivia. El expolicía descubre los hilos de la red de corrupción y arma una carpeta del caso. EEUU fracasa en sus presiones a Bolivia
La intervención de Sean Penn allana el caminoA finales de octubre llega el actor con la investigación. La entrega al Presidente Morales que ordena que se amplíe y se detenga al que esté involucrado. las detenciones no han terminado.
El antes y después del discurso anticorrupción
GUSTAVO PEDRAZA / ABOGADO, EXMINISTRO DE DESARROLLO SOSTENIBLE
El Gobierno del MAS aún no ha respondido ante el pueblo boliviano y, también ante sí mismo, cómo fue que la red de corrupción extorsionadora descubierta por el caso Ostreicher pudo operar impunemente por cinco años en el núcleo mismo del poder. Estas evidencias cuestionan a los que administran el Estado y ejercen el poder político que prohijó a este ‘grupo de élite’, efectivo para aplastar a los enemigos políticos y atemorizar a otros ciudadanos, no solo robándoles dinero sino privándoles de su libertad.
La sola presencia en Bolivia de Sean Penn fue suficiente para que toda la construcción estatal plurinacional y la forma de agenciamiento del poder nacional queden interpelados ante los ojos de la sociedad boliviana y del mundo. Tal la fragilidad a la que ha sido expuesta la institucionalidad gracias al actuar de esta banda y a las conductas permisivas que desde el poder permitieron que la misma actúe.
Hay que admitir que estas prácticas de concentración y abuso de poder del Ejecutivo con relación a los otros poderes no son algo nuevo. Sin embargo, este parece ser a todas luces un punto de inflexión, no solo para el MAS sino para décadas o acaso siglos de sometimiento del orden legal al poder de turno. La Bolivia del siglo XXI no se está mostrando tan tolerante con estos actos como en tiempos anteriores.
Los costos políticos serán muy grandes para el partido de Gobierno. No tendrá la solvencia de la que gozó hasta el presente para hablar de lucha contra la corrupción. El caso Ostreicher está mostrando que marcará un antes y un después en el proceso de cambio.
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