tres días y tres noches permaneció Steve Moore, periodista, investigador, abogado que estuvo empleado en el FBI en Palmasola para ofrecernos el testimonio de ese infierno conocido como Palmasola

como en otros espacios, vamos a glosar la descripción que hace el investigador que conoció Palmasola invitado por la familia de Jacob Ostreicher que estuvo detenido 18 meses y algo más sin juicio, sin sentencia, sin otra acusación que documentos falseados y el empecinamiento de la fiscal Janet Velarde Luna de no acceder a la petición de libertad del encausado y que le fuera negada una y otra vez.

Janet Velarde le acusó de tres delitos. Blanqueo de dólares, Asociación criminal, intento de fuga y falseamiento de su situación personal. lo evidente es que Jacob Ostreicher fue detenido y enviado a la cárcel de Palmasola, convertida en un guetto sin Dios ni Ley, habitado por criminales violentos, ladrones y narcotraficantes sin control policial interior, salvo el que imponen los mismos internos y esto que resulta una incoherencia. los guardias internos son elegidos entre reos sentenciados por causas graves que se consideran "los propietarios y los contralores de la prisión".

actuando con total imparcialidad el estudioso Moore experimentado conocedor de cárceles en varios países lo que confiere a su visión un juicio equilibrado. no reúne las mínimas condiciones que NNUU considera para ser una penitenciaría destinada a la prevención del delito y tratamiento del delincuente. la convención de Ginebra 1955 establece los parámetros mínimos de un recinto que en el caso de Palmasola está amurallado por fuera, por dentro no tiene control, al punto que Steve Moore no vió policías uniformados al interior, salvo el momento de pasar lista. no encuentra las palabras adecuadas para referir lo que allí se vive. violencia, brutalidad, consumo abierto de cocaína, inmundicia, basura, letrinas abiertas y zanjas, acequias de aguas servidas que despiden malos olores las 24 horas al dia, produciendo náuseas, vómitos, dolores de cabeza e irritación de ojos, oídos y fosas nazales. es repite un guetto superpoblado por criminales, por inocentes sin culpa, por prisioneros políticos. "al igual que en el guetto de Varsovia durante la Segunda Guerra Mundial, Palmasola es una concurrida mini-población en la cual los internos son libres de vagar dentro de un perímetro amurallado a cuyo interior los guardianes no se atreven a ingresar".

la diferencia con Varsovia es que la población de Palmasola está compuesta por asesinos y violadores violentos. no se cumple la previsión de la Convención citada "los acusados permanecerán aislados de los condenados" mientras que en Palmasola todos culpables e inocentes, criminales y políticos están obligados a coexistir unos al lado de los otros, en un riesgo permanente por su seguridad física y su salud. la misma norma "dispone que cada interno deberá disponer de celda individual" y que el régimen pueda garantizar una seguridad mínima, lo que no se cumple, porque no pasa semana en que muera uno de ellos que la policía informa como "suicidio o ajuste de cuentas". a cada uno se le debe proporcionar una celda, ropa de cama. en Palmasola el interno lo tiene que comprar todo, porque dentro funciona un mercado controlado por "los guardias internos" a precios arbitrarios que nadie sabe quién ni cuánto recauda.

Jacob Ostreicher fue literalmente "empujado al interior de Palmasola, aunque "arrojado de la celda" afuera del pabellón de hombres. durante al menos 5 noches fue obligado a dormir a la intemperie, sobre un montículo de basuras, lejos de la prisión, sin ropa de cama ni refugio alguno. estos días en tales dramáticas condiciones fueron el cultivo para que contrajera infección gastrointestinal con vómitos y diarreas, nadie fue capaz de ofrecerle ayuda en estos primeros dias, hasta que otro interno le ofreció un espacio tan grande como un colchón. la celda estaba en un espacio muy concurrido y entonces pudo hablar con otros internos de Canadá, de Sudáfrica y del Reino Unido. la mayoría no podía darse el lujo de comprar una celda, o de tomarla en alquiler. dormir en la calle, o quizá en la capilla católica a cambio de participar en los oficios religiosos era la única alternativa.

sin agua suficiente para lo más elemental, en las peores condiciones higiénicas, siempre bajo la torba mirada de seres pervertidos, drogados, alcoholizados sin nada que hacer, de día y de noche, en verdad que la permanencia en Palmasola es de por sí un tremendo castigo que muy pocos pueden soportar. Steve pudo tomar fotografías que usted encontrará en el sitio de Jacob Ostreicher. esta interminable pesadilla de pronto ha quedado atrás, con el arresto domiciliario no necesitará regresar a esa horrible mansión de "los sin nombre, al guetto de Palmasola, Santa Cruz". allí conviven entre 4 mil y 5 mil presos en ambos ambientes de hombres y mujeres.
 (Glosa de Mauricio Aira, sobre los datos del investigador Steve Moore. 2012)